Un cable submarino o interoceánico, como el de Telconet cuyo título habilitante fue finalizado por Arcotel, es una manguera gigantesca, de miles de kilómetros, a través de la cual viajan datos, es decir, información.
Esa infraestructura es una de las tres que existe en Ecuador, y su propietario real se llama Cable Andino S.A Corpandino y su sede está en Manta. Pero su accionista mayoritario es Telconet que, en pocas palabras, es uno de los mayores proveedores de servicios de internet y manejo de datos del país.
Un análisis reciente hecho por la Bolsa de Valores de Guayaquil habla del crecimiento constante de Telconet, con ingresos que, entre el 2021 y 2023 alcanzaron los USD 290 millones. El informe agrega que ese comportamiento de ganancias crecientes se mantiene hasta julio del 2024.
Telconet no solo provee internet a través de empresas como Netlife, sino que también desarrolla soluciones tecnológicas, alberga datos sensibles en la nube, ofrece seguridad electrónica, implementa sistemas de conectividad. Durante años, por ejemplo, fue la empresa que manejó los datos electorales del CNE, aunque este año ese convenio ya no está vigente.
En el 2023 la Arcotel estableció que CNT (Corporación Nacional de Telecomunicaciones) había perdido 350 mil clientes durante los últimos dos años y que, en su mayoría esos clientes habían migrado mayoritariamente a Telconet, aunque la cifra de los clientes totales que Telconet maneja no se ha hecho pública.
¿Qué va a pasar con el servicio de internet si es que el cable por el cual pasan la mayoría de los datos en el país pasa a manos del Estado?
Difícil vaticinarlo, hay que contar también, con el hecho de que ya Tomislav Topic, la cabeza de Telconet, está trabajando en la instalación de otro cable submarino, que inicia en Ecuador y concluye en la Florida y que supone una inversión de USD 300 millones.
Ese nuevo cable debía comenzar a operar en el 2025, pero esa fecha fue estimada antes de saber que su primer cable perdería la habilitación.
