El fusil que fue usado para asesinar al excandidato presidencial Fernando Villavicencio habría sido traído desde Perú, aseguró una investigación del programa peruano, Punto Final.
El programa contó con el testimonio del jefe de la Dirección de Investigación Criminal de la Policía de Perú (Dirincri), Carlos Céspedes, quien detalló que van a «dar cuenta cómo llegó un arma» de Perú «a ser utilizada por delincuentes ecuatorianos».
Explicó que al menos una de las armas, un fusil AR15 que es utilizado para la caza y el deporte, tiene registro peruano, y que fue importada legalmente, pero llegó de forma ilegal a Ecuador.
«Hablamos de delitos transnacionales, delitos que rompen fronteras, de organizaciones criminales que se pueden asentar en Ecuador, Perú u otros países, estamos hablando de tráfico de armas». Carlos Céspedes, jefe policial de Perú
En este sentido, el general sostuvo que la Policía Nacional sospecha que existe una red de tráfico ilegal de armas que opera clandestinamente dentro y fuera del país.
Y dijo que este tipo de fusil AR15 se puede importar y vender de manera legal en Perú, pero hay casos de compradores que adquieren grandes cantidades de estos fusiles, y reportan pérdidas y robos.
«Este año en Pataz (provincia del norte de Perú), en recientes operativos, encontramos cuatro armas AR15 incautadas por la Policía de Trujillo», señaló Céspedes al comentar algunos otros hallazgos de este tipo de fusiles en varios puntos del país.
Villavicencio fue asesinado el 9 de agosto a la salida de un mitin electoral en un recinto escolar del centro norte de Quito, donde, al abordar el vehículo, fue acribillado a tiros de arma de fuego por un grupo de sicarios colombianos, en un ataque a corta distancia.
Como candidato había prometido un férreo combate a las mafias de la corrupción, el narcotráfico y el crimen organizado, por lo que su asesinato causó una gran conmoción en Ecuador, que vive una ola de violencia sin precedentes causada por el auge de las organizaciones criminales.
Los sicarios, responsables directos del crimen, están muertos en circunstancias aún no esclarecidas, entre ellos los siete colombianos que participaron en la ejecución del atentado.
Con información de Primicias