Todo Ecuador contiene la respiración. Este sábado 31 de mayo de 2025, a partir de las 14:00 (hora local), el Paris Saint-Germain y el Inter de Milán se enfrentan en el Allianz Arena de Múnich por la gloria europea. Es la gran final de la UEFA Champions League, una cita que paraliza al mundo futbolero… y que tiene un tinte muy especial para nuestro país.
Más allá del trofeo, los reflectores ecuatorianos apuntan con orgullo y expectativa a un nombre que ya se ha ganado un lugar en la historia: William Pacho. El defensor esmeraldeño, con apenas 23 años, ha protagonizado una temporada consagratoria como pieza clave en la zaga del PSG. Sin estridencias, pero con un rendimiento sólido y maduro, se ha convertido en uno de los baluartes silenciosos del equipo parisino que ahora sueña con levantar su primera Champions.
El trayecto de Pacho ha sido un ejemplo de perseverancia, talento y temple. Desde sus inicios en Independiente del Valle, su paso firme por Europa lo ha llevado hasta el corazón del fútbol de élite. En una defensa plagada de figuras, ha sabido ganarse el respeto del vestuario y el aplauso de los analistas. Esta es la gran oportunidad de grabar su nombre en los libros dorados del deporte ecuatoriano: podría convertirse en el primer jugador del país en alzar la orejona.
Como si la emoción no bastara, la inteligencia artificial también se ha sumado al relato. Algoritmos avanzados, modelos predictivos y análisis de rendimiento han coincidido en un veredicto: el PSG es favorito para llevarse la final. Un dato que entusiasma, pero que en nada distrae a quienes saben que en este deporte todo se define en la cancha.