La presencia del evento climático El Niño es percibida de forma distinta por los municipios del país, ya sea por la prioridad que le dan o por la disponibilidad de recursos.
Por ejemplo, en Cuenca es notorio el trabajo de maquinaria pesada para limpiar ríos y canales de agua lluvia, como parte del plan de contingencia que se activó con el cambio de alerta de amarilla a naranja que anunció el Gobierno el lunes pasado.
A inicios de septiembre, es decir, a un mes del último trimestre del año en el que se prevé el inicio de las lluvias a causa de El Niño y su coincidencia con la temporada normal de precipitaciones, 89 de los 143 cantones, y 13 de las 17 prefecturas sobre los que rige la alerta naranja tenían listos su plan de respuesta frente a esa anomalía climática, según la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR).
El subsecretario de Preparación y Respuesta, de la Secretaría de Riesgos, Julio Celorio, indica que la institución del Ejecutivo realiza un acompañamiento con los gobiernos autónomos descentralizados.