Muñoz comenta que, en efecto, en la Función Judicial se necesitan cambios profundos, pero estos “deben ir apegados a la Constitución y a la ley”.

“La nueva ley incluye reformas al Código Orgánico de la Función Judicial para declarar en emergencia a esa función y se ponen cuestiones con las que no estoy de acuerdo, como el hecho de establecer un régimen expedito para la carrera judicial. ¿Qué se entiende por régimen expedito? ¿Eso va a implicar que existan jueces temporales? Eso es grave. Asimismo que se realicen evaluaciones anticipadas a jueces y fiscales, para lo cual no existen parámetros establecidos. Esto puede ser una nueva metida de mano a la justicia y no una solución”, señala.

Peñafiel, quien fue legislador en el periodo anterior, sostiene que si el Consejo de la Judicatura hubiese hecho bien su trabajo de control disciplinario de los servidores judiciales, la justicia no estaría en esta situación.

“El CJ tiene la facultad disciplinaria y de iniciar procesos cuando los jueces han cometido un error inexcusable o han faltando a sus funciones. Esa facultad se la tiene que ejercer ordinariamente en el marco legal ordinario y en el origen ordinario de los eventos. Si ahora quiere usar la nueva para poner jueces golondrina, lo que esta haciendo es demostrado… es que no ha podido cumplir con su obligación disciplinaria”, opina.

Entonces, concluye que “esta pretensión de declaratoria de emergencia, en el contexto de la inseguridad y de la nueva ley, es para poner jueces propios, que tengan conexión política con la actual Judicatura”.

Peñafiel recuerda que él planteó un juicio político contra Godoy “que nadie en la Asamblea Nacional quiere procesar” por sus vinculaciones políticas. Así que ve con preocupación los anuncios del funcionario, de quien dice que “no tiene independencia e imparcialidad políticas”.