Los efectos del aguaje continúan causando estragos en la parroquia de Puerto Bolívar, especialmente en la zona habilitada para los damnificados del sismo en el barrio Cuatro de Abril, donde niños, adultos y adultos mayores tienen que soportar la inundación debido a la subida del nivel del mar.
La moradora Antonia Payaroso explicó que en este año en Puerto Bolívar hubieron dos aguajes fuertes y que por lo general el nivel del mar incrementa durante seis horas hasta el día siguiente vuelve a su estado normal. “Lo poco que tenemos se nos está dañando por el aguaje, todos (los vecinos) estamos bajo el agua”, expresó.
José Marín explicó que la medida que toman cuando inician las inundaciones por el aguaje es salir de sus domicilios porque el agua ingresa a sus viviendas. “Tenemos que salir a la calle y esperar en los exteriores a que el nivel del agua baje, además que también tenemos que cuidar que nuestras cosas no se dañen”, manifestó.
Existe preocupación entre los damnificados, puesto que el nivel del agua asciende hasta las rodillas, y genera alerta entre los padres de familia que deben estar cuidando a sus hijos para evitar que se genere alguna situación lamentable. “Está feo todo esto, porque aquí también hay niños que se pueden ahogar, uno tiene que estar atento a lo que sucede”, manifestó Leonel Cruz.
Jimmy Mera, otro morador del sector, expresó que el aguaje es parte de la naturaleza, y solo les queda esperar a que la zona se seque. “Esto es parte de la naturaleza y no se puede hacer nada en contra de ellos, lo que hacemos nosotros es poner a buen recaudo las cosas eléctricas que se pueden dañar como congeladores, cocina, entre otras cosas”, expresó.
Para Marlene Fallaín, representante del barrio Cuatro de Abril, el aguaje representa un alto peligro, porque las aguas estancadas generan enfermedades, además, de convertirse en criaderos de mosquitos. “Las criaturas están metidas en el agua, y eso les puede ocasionar enfermedades, además de los mosquitos que se generan. Los enseres se han perdido de las personas que vivimos en el estero Huaylá, y también a los compañeros que están damnificados, las cosas que se les ha donado, poco a poco se les pierde, por el agua salada”, expresó.
Para Alexandra Soto, otra moradora del sector, las inundaciones se generan porque el aguaje provoca que el nivel del mar sobrepase el muro de contención que está en la orilla del estero Huaylá. “La marea está más alta que el muro de contención y se nos está metiendo el agua por sobre el muro. Es momento de que el muro se refuerce y que se eleve por lo menos unos cincuenta centímetros para evitar que el agua ingrese”, expresó.