Menos de cuatro meses atrás, Ecuador sufría los estragos de una sequía severa, pero hoy enfrenta el extremo opuesto. Las lluvias constantes han generado inundaciones, deslizamientos de tierra, aluviones, socavones y colapsos estructurales en varias regiones del país.
Las provincias de El Oro, Esmeraldas, Guayas, Manabí, Los Ríos, Santa Elena, Loja y Azuay han sido declaradas en emergencia debido a la temporada invernal. Según la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), desde el 1 de enero hasta el 4 de marzo, 14 personas han muerto y cerca de 76 000 han resultado afectadas por las intensas precipitaciones.
Un informe de la SNGR identifica los cinco cantones más propensos a inundaciones y otros fenómenos derivados de las lluvias, ya sea por su ubicación geográfica, infraestructura deficiente o la falta de obras de mitigación por parte de municipios, prefecturas y el Gobierno Nacional.
Los cantones son: Chone, Portoviejo, Quevedo, Babahoyo y Juján.