Costa Rica se declaró en emergencia nacional por la crisis migratoria que se vive en el país, esta decisión le permite a la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) tomar una serie de medidas administrativas, operativas y económicas para atender la situación.
Datos oficiales indicaron que en lo que va del 2023 han ingresado por la frontera con Panamá más de 300 mil migrantes, de los cuales el 68 % son venezolanos, seguidos por ecuatorianos; haitianos; chinos; colombianos; chilenos; indios; afganos; peruanos y de otras nacionalidades.
Según estos datos de la Dirección General de Migración, 274.242 de los migrantes son adultos y 45.868 son menores de edad. Este flujo de personas que cruzan Centroamérica lleva destino a Estados Unidos.
Costa Rica tiene en marcha un plan para que los migrantes que ingresan desde Panamá tomen autobuses en Paso Canoas que los llevan hasta Los Chiles, frontera con Nicaragua, sin embargo, muchos de ellos no tienen los 30 dólares que vale el boleto y se quedan varados en un sitio llamado Campo Ferial, donde acampan en pobres condiciones de seguridad y salud.
Además, el Gobierno informó que está trabajando con organismos internacionales para la instalación de un puesto móvil de atención médica para reforzar las labores que realizan los profesionales de salud de la Caja Costarricense del Seguro Social.