Los católicos se alistan para vivir una de las fechas más importantes del calendario litúrgico: la Semana Mayor, también conocida como Semana Santa. La Iglesia se encuentra actualmente en la Cuaresma, un período de 40 días que invita a la penitencia y la oración para acompañar a Cristo en su camino hacia la cruz.
La Cuaresma comenzó el 14 de febrero con el Miércoles de Ceniza.
Semana Mayor: pasión, muerte y resurrección de Cristo
La Semana Mayor, que comienza el 24 de marzo, conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Los distintos días de la Semana Santa tienen un significado especial:
Domingo de Ramos: Entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.
Lunes Santo: Unción de Jesús en casa de Lázaro y expulsión de los mercaderes del Templo.
Martes Santo: Jesús anuncia la traición de Judas y las negaciones de Pedro.
Miércoles Santo: Judas conspira con el Sanedrín para traicionar a Jesús.
Jueves Santo: Lavatorio de los pies, Última Cena, Eucaristía y oración en el huerto de Getsemaní. Arresto de Jesús.
Viernes Santo: Prisión de Jesús, interrogatorios, flagelación, coronación de espinas, Vía Crucis, crucifixión y sepultura.
Sábado Santo: Soledad de María y Víspera de Pascua.
Domingo de Resurrección: La Resurrección de Jesús.
El padre Ricardo Gonzales, del portal Editorial Salesiana, explica que si bien cada día de la Semana Mayor tiene su importancia, el Domingo de Resurrección es el principal, pues representa la reafirmación de la fe en un Dios vivo.
“Nuestra fe tiene sentido porque Dios está vivo, porque ha vencido a la muerte y al pecado, los enemigos del hombre. Jesús ha vencido la muerte y el pecado y le ha dado a nuestra vida una categoría distinta: la de hombres salvados y redimidos por Dios”, indica el padre Gonzales.
El padre Gonzales invita a los fieles a cumplir con los ritos litúrgicos de la Semana Santa y a mantener una coherencia entre sus creencias y su comportamiento.