Ecuador

Casi 100 especies de aves y una rana única en el mundo habitan en la reserva Machay, en Tunguragua

Oculta entre las montañas de la cordillera oriental de los Andes, está la reserva privada Machay. Son 1 821 hectáreas de bosque montano, en el cantón Baños, en Tungurahua; están atravesadas por el río Machay que nace en los páramos del Parque Nacional Llanganates y forma, a lo largo de 6 kilómetros, un sistema de cascadas.

El sonido del agua chocando contra la roca advierte el inicio del recorrido. La vertiente de la cascada Machay cae 70 metros, a 15 grados centígrados, sobre una muralla rocosa.

Un kilómetro y medio al norte, la cascada Tucán se esconde en medio de árboles de guarumos y colcas. Mientras se camina por un sendero paralelo al río, se descubren otros 10 saltos más desembocar en el Pastaza.

Samantha Barrera, coordinadora de monitoreo de la Fundacion Ecominga, ecplica que este río abastece de agua al 100 % de la comunidad Machay. «Son unas 60 familias y también de río Verde unas 200 familias más», detalla.

98 tipos de aves habitan la zona natural

Desde las orillas se divisa una fila de enormes rocas blancas que deja el lecho del río. Son el hogar del mirlo coroniblanco, que vuela de pendiente en pendiente alimentándose de insectos.

Aquí se han censado otros 97 tipos de aves, como el gallito de la peña. El macho, en esta zona oriental de la cordillera de los Andes, es de plumaje anaranjado; a diferencia del de occidente, que tiende a ser rojo. Las hembras son cafés.

A 1 600 metros, subiendo la montaña, se puede ver surcando el cielo al ave emblema de la reserva: el águila andina, que puede medir hasta dos metros. Solo hay 200 ejemplares en el país.

Ericáceas, cedros y pumamakis son parte de la vegetación

En este rango altitudinal, la vegetación es densa. Aparecen los colibríes, que se alimentan del néctar de las ericáceas. Es una planta epifita que tiene 16 flores. Sus colores matizan el bosque, al igual que las cerneraceas de unos rojos y naranjas intensos.

Estas plantas crecen a la sombra de los grandes árboles de cedros, canelos y pumamakis. Aquí hace 12 grados y los troncos de los árboles se llenan de musgos.

En 2016, en esta reserva fue descubierta una especie de árbol de magnolia; uno de los antepasados más antiguos de las plantas con flor que miden entre 11 metros y 27 metros.

También están los árboles achotillos, que tienen propiedades medicinales para los grandes mamíferos:

«Este lo reconocemos por las marcas de las garras generadas por el oso, que utiliza su aceite, para frotarse en su pelaje y así repeler insectos», cuenta Darwin Recalde.

En las cámaras trampa han sido captados 10 osos de anteojos. Entre los 23 tipos de mamíferos se destacan los monos chorongos y los capuchinos que trepan al dosel del bosque para escapar del puma concolor.

El hogar de una rana única en el mundo

Tres horas de caminata permiten descubrir que en esta zona oriental de cordillera de los Andes convergen dos ecosistemas: el bosque y el páramo.

La temperatura baja hasta los ocho grados y, a 3 500 metros, se encuentra una rana única en el mundo, descubierta en el 2022 en medio de hojas de wicundos

“Es una rana venenosa; los guardabosques la han tocado brevemente, pero tiene un veneno con neurotoxinas, por lo que sufrieron urticaciones. Por eso tiene los colores brillantes para avisar que los depredadores no deben comerlo”, contó Lou Jost, fundador de Fundacion Ecominga.

Se ocultan entre las hojas de orquídeas y bromelias para no ser devoradas por la serpiente verde de montaña o la falsa coral.

Esta reserva es el hogar de una diversidad de especies poco conocidas, y que prometen novedades para la ciencia.

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