La familiaridad que tienen los niños y adolescentes con la tecnología es una de las características más notorias de esta generación, sin embargo, ese conocimiento también los expone a delincuentes que buscan violentar su inocencia.
150 expertos de organizaciones sociales, como la Defensoría del Pueblo, académicos y representantes de Naciones Unidas, discutieron sobre esta problemática, e insisten que en Ecuador faltan medidas para combatir este tipo de delitos.
«No hay programas o políticas públicas que aborden este problema a nivel nacional», reseña Miriam Estrada, representante de Derechos Humanos de la ONU.
En el país hay 4,3 millones de niños y adolescentes, y representan cerca del 25% de la población. Según la organización Aldea, 6 de cada 10 menores de 18 años son víctimas de violencia sexual informática, cifra que va en aumento después de la pandemia.
Las mafias amplían las formas de captar a sus víctimas. «El entorno familiar también ha coadyuvado para que los niños hagan videos y que estos a la vez se han chantajeados sexualmente», afirma Yoli Pinillo, coordinadora de Fiscalía en temas de violencia y género.
«Además del crimen organizado, también están las redes domésticas», agrega.
Los delitos informáticos más comunes que afectan a los menores son acoso sexual, ciberacoso, y pornografía infantil.