Deportes

Alberto Spencer, el futbolista que puso a Ecuador en el mapa

Un 6 de diciembre de 1937 nació en Ancón, un pequeño pueblo ecuatoriano que entonces pertenecía a la provincia de Guayas (hoy Santa Elena), Alberto Pedro Spencer Herrera.

A 87 años de su nacimiento y más de 18 desde su fallecimiento el 3 de noviembre de 2006 en Cleveland, Estados Unidos, el legado de ‘Cabeza Mágica’ sigue vigente. Sus goles y momentos históricos lo inmortalizaron como una leyenda del fútbol.

Spencer y sus primeros pasos

Spencer inició su carrera en el Everest de Guayaquil en 1953. Fue en un Campeonato Sudamericano con la selección de Ecuador donde el técnico del Peñarol de Uruguay quedó sorprendido por su talento, lo que marcó el inicio de su leyenda.

En la década de 1960, Spencer lideró a Peñarol en una era dorada, dominando tanto el fútbol uruguayo como el continental. Ganó ocho Campeonatos Uruguayos y dejó su huella en la Copa Libertadores, el torneo más importante de América.

El ‘Señor Libertadores’

Spencer disputó seis finales de Copa Libertadores y anotó seis goles en ellas, levantando el título en 1960, 1961 y 1966. Es el máximo goleador histórico del torneo, con 54 goles (48 con Peñarol y 6 con Barcelona SC).

Rompió récords significativos, incluyendo el primer triplete, póker y repóker en la historia del torneo. Además, logró el triplete más rápido de la competición.

En el ámbito internacional, ganó dos Copas Intercontinentales. En 1961, marcó dos goles al Benfica en los tres partidos de la serie, y en 1966 anotó tres tantos contra el Real Madrid, consolidando su nombre en la élite del fútbol mundial.

Los últimos años de Spencer en el fútbol

Después de hacer historia con Peñarol, Spencer regresó a Ecuador en 1971 para jugar con Barcelona SC, donde disputó 37 partidos y anotó 19 goles.

Posteriormente, ejerció como entrenador durante una década, dirigiendo clubes como Universidad Católica, Emelec, Liga de Portoviejo y Técnico Universitario en Ecuador; Huracán Buceo y Liverpool en Uruguay, y Guaraní en Paraguay, su último club.

El legado de Spencer trasciende generaciones, y su impacto en el fútbol ecuatoriano y sudamericano es incuestionable. Su historia es la de un verdadero pionero que puso a Ecuador en el mapa del fútbol mundial.

Artículos relacionados