En medio de la creciente preocupación por la desaparición de cuatro menores de edad en Guayaquil, el abogado defensor de los 16 militares involucrados en el caso, Jesús López, aseguró que los jóvenes fueron liberados “en perfectas condiciones y completamente vestidos” en la parroquia de Taura (Naranjal, Guayas).
Según el relato cronológico presentado por López, los eventos se iniciaron el 8 de diciembre de 2024, aproximadamente a las 21:00 horas, cuando ciudadanos alertaron a militares que se dirigían a la base de Taura sobre presuntos actos de robo cerca a un mall, en el sur de Guayaquil.
Los efectivos procedieron a la aprehensión de tres personas, mientras que una cuarta fue entregada por la propia ciudadanía.
El abogado explicó que los militares, que se trasladaban en dos camionetas, decidieron dirigirse hacia la unidad de policía de Virgen de Fátima, cercana a la base de Taura, con la intención de entregar a los detenidos.
Sin embargo, durante el trayecto, optaron por liberarlos en la parroquia de Taura, aproximadamente a 15 kilómetros de la base militar, enfatizando que los jóvenes nunca ingresaron al destacamento militar.
El abogado defensor aseguró que, según las investigaciones, aproximadamente a las 23:00 horas del mismo día, las cuatro personas ahora desaparecidas habrían establecido contacto con un residente local, quien les facilitó un teléfono celular para comunicarse con uno de sus progenitores, incluso enviando su ubicación vía WhatsApp.
López señaló que una hora después, ante la llegada de una patrulla policial, el ciudadano que prestó el teléfono se refugió en su vivienda, alegando la presencia de motociclistas encapuchados que presuntamente pertenecían a “la mafia”.
Respecto a las prendas de vestir encontradas en la zona -una camiseta y un par de zapatillas- que podrían pertenecer a uno de los desaparecidos, López aclaró que esta información no ha sido corroborada y que las evidencias permanecieron bajo custodia de un coronel de Policía durante más de 26 horas antes de ser entregadas a la policía judicial.
El abogado defensor insistió en que sus representados han colaborado activamente con las investigaciones desde el inicio, proporcionando declaraciones a la Fiscalía General del Estado, presentando informes investigativos, guiando a los investigadores a los lugares exactos donde liberaron a los jóvenes y entregando voluntariamente sus teléfonos celulares para facilitar la investigación.
López indicó que los jóvenes aprehendidos fueron dejados en Taura porque estaban siendo trasladados hacia la unidad policial cercana a la base militar, pero que en el camino, ante el pedido de los aprehendidos, decidieron dejar en libertad.
Sobre las razones de abandonar a menores de edad en una zona alejada de Guayaquil, respondió que los aprehendidos no tenían documentación y no se identificaron por lo que no lograron determinar sus edades.
Los chicos tienen entre 11 y 15 años de edad, según sus familiares.
Mientras tanto, los familiares de los desaparecidos continúan realizando plantones exigiendo justicia y solicitando información que permita localizar a los menores, quienes llevan ya 15 días sin ser ubicados, en un caso que ha generado considerable atención mediática y preocupación en la sociedad ecuatoriana.
La investigación sigue en curso bajo la dirección de la Fiscalía General del Estado, mientras crece la presión pública por esclarecer el paradero de los cuatro menores desaparecidos y determinar las responsabilidades en este controversial caso que ha puesto en el centro de atención el actuar de miembros de las Fuerzas Armadas.