Tras 11 meses y dos días del asesinato del agente de la Policía Nacional Miguel Antonio Bermeo Castillo, de 32 años se hizo justicia, sus verdugos fueron sentenciados a 34 años de cárcel.
El crimen ocurrió el pasado 19 de septiembre de 2022, cuando el uniformado se encontraba en el parque de la ciudadela Choferes 2, en el cantón Pasaje.
Bermeo debía de presentarse para iniciar su guardia en el móvil Ochoa León; sin embargo, horas antes fue sorprendido por los antisociales que intentaron robarle sus pertenencias.
Un informe policial detalla que el agente tenía en su poder su arma de dotación por lo que se enfrentó con los tres delincuentes.
Cerca del lugar personal policial realizaba operativos de rutina y los uniformados escucharon las detonaciones, entonces atendieron la emergencia y se percataron que un grupo de personas se disparaban.
En ese momento tres sujetos abordaron una motocicleta y emprendieron la huida, pero atrás de ellos fueron los policías, pues inició la persecución.
Uno de los sospechosos fue neutralizado en un terreno baldío que está al frente de la unidad educativa Juan XXII, mientras que a la altura de la ciudadela La Guamán, al final de la calle Enrique López, fue capturado el otro. Uno de los sujetos logró escapar internándose entre la maleza del sector.
En medio del enfrentamiento el agente, quien era oriundo de Loja fue impactado por cinco proyectiles, dos en el tórax y tres en el abdomen, por lo que fue trasladó de urgencia hasta una casa de salud.
Debido a la gravedad de sus heridas fue llevado al hospital Teófilo Dávila de Machala, donde poco después de su ingreso se confirmó su deceso.
Los detenidos identificados como Beiker Rivera y Diosángel Ventura, recibieron una sentencia de 34 años de cárcel por el delito de robo con resultado de muerte.
Además, deberán pagar 1.000 salarios básicos unificados, una reparación integral de 40.000 dólares y debido a que son de nacionalidad venezolana, una vez cumplida la pena deberán ser expulsados de territorio ecuatoriano.