Los hechos se iniciaron el 15 de febrero de 2013, cuando la pareja que se encontraba en su vivienda en Sucumbíos fue sorprendida por delincuentes. El ladrido de los perros anunció la presencia de personas extrañas cuando la mujer y su esposo se preparaban para dormir.
Dos individuos se presentaron con armas, vistiendo uniformes camuflaje y preguntando por el esposo. Le pidieron que los acompañe. La mujer no dejó que vaya solo; “Si nos van a matar, que nos maten a los dos”, se expone en el testimonio que compartió Fiscalía.
La mujer narró que luego de caminar durante algunas horas en medio de la noche por la espesa selva, Rafael C. V., el agresor, les informó que estaban secuestrados, identificándose como miembros de la guerrilla colombiana. Exigía USD 25 000 dólares o 10 millones de pesos colombianos a cambio de su liberación.
La mujer fue víctima de una violación grupal
Los testimonios de la pareja detallaron que la primera noche durmieron bajo una carpa improvisada. Al siguiente día, continuaron caminando por la selva en medio de amenazas e intimidaciones de los captores.
Llegó la noche y volvieron a levantar un campamento. Esta vez, los secuestradores armaron tres carpas, una de ellas lejos de las otras dos. Ese sitio estaba dispuesto para el esposo de la víctima.
La mujer fue llevada en contra de su voluntad al espacio que ocupaba Rafael C. V., líder del grupo de captores. Según lo testificado por ella, él encabezó una secuencia de violaciones en las que también participaron otros hombres. Su pareja escuchaba cómo la víctima clamaba por ayuda para que no la agredan, pero no pudo hacer nada.
Al siguiente día, sacaron a la mujer de la carpa del violador, la llevaron con su esposo y, en medio del doloroso silencio, él la tomó de la mano y continuaron caminando con rumbo desconocido, según relata el testimonio.
Sentencia para el agresor
La Fiscalía explicó que los secuestradores le permitieron al hombre hacer una llamada a su hermano, quien reunió parte del dinero y les hizo llegar a los secuestradores para que liberen a las víctimas. Poco después se presentó la denuncia y las autoridades dieron con el paradero de los agresores.
Rafael C. V., líder del grupo, enfrentó dos procesos. El 9 de enero de 2018 un Tribunal Penal ya lo sentenció a una pena de diecisiete años con cuatro meses, por haber participado en un secuestro extorsivo. Luego, en septiembre de 2023, fue sentenciado a una segunda pena privativa de la libertad de dieciséis años, esta vez por el delito de violación.