Donald Trump regresará este lunes 20 de enero a la Casa Blanca en medio de temores e incertidumbre. Un día antes de la posesión presidencial en Estados Unidos, el magnate republicano se dio un baño de masas en un mitin en un estadio de Washington.
En este acto masivo, Trump arrancó con un «¡Ganamos!» y prometió actuar con «velocidad y fuerza históricas» para cumplir sus promesas, incluida la mayor deportación jamás realizada en el país.
«¡Ganamos! Qué gran sensación, nos gusta ganar, ¿verdad?», dijo Trump ante miles de seguidores que lo ovacionaron en el llamado «mitin de la victoria» en el estadio Capital One Arena de Washington, con capacidad para 20.000 personas, aunque algunas filas superiores estaban vacías.
Trump, que este lunes al mediodía jurará como 47º presidente de EE.UU., aseguró que ese momento marcará el «retorno» de la nación para su pueblo.
Por primera vez en décadas, la investidura del nuevo presidente de Estados Unidos se celebrará en el interior del Capitolio, contará con la presencia de líderes mundiales y magnates de Silicon Valley, y culminará con la firma de un centenar de órdenes ejecutivas para revertir las políticas de su predecesor, Joe Biden.
Trump iniciará el día a las 8.30 hora local (13.30 GMT) con su esposa, Melania Trump, asistiendo a un servicio religioso en la iglesia episcopal de St. John, ubicada frente a la Casa Blanca.
Ese templo, al que tradicionalmente asisten los presidentes electos el día de su investidura, tiene un significado especial para Trump, ya que en 2020 posó allí con una Biblia en la mano tras el desalojo forzado de manifestantes que protestaban por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco.
Tras la ceremonia religiosa, sobre las 9.45 (14.45 GMT), la pareja se dirigirá a la Casa Blanca para participar en el tradicional té y café con el mandatario saliente, Joe Biden, y la primera dama, Jill, un gesto simbólico de transición pacífica.
Posteriormente, las dos parejas viajarán juntas en el mismo vehículo hasta el Capitolio, donde Trump jurará el cargo al mediodía en una ceremonia trasladada al interior debido al frío extremo, con temperaturas previstas entre -11 y -4 grados y una posible sensación térmica aún más baja por el viento y una tormenta de nieve que dejó anoche el suelo blanco.
Será la primera vez desde 1985 que un presidente jure el cargo dentro del Capitolio en lugar de en la escalinata, cuando Ronald Reagan (1981-1989) tuvo que hacerlo al inicio de su segundo mandato debido a las adversas condiciones meteorológicas.
En concreto, el acto se celebrará en la rotonda del Capitolio, ubicada justo debajo de la cúpula del edificio, un espacio de gran valor simbólico que conecta el Senado y la Cámara de Representantes.
Allí, Trump pronunciará su discurso inaugural, que definirá su visión para los próximos cuatro años, en un momento clave que será comparado con su polémico mensaje de 2017, cuando ofreció una visión sombría del país y prometió acabar con la «carnicería estadounidense».