Más de 800 personas han muerto en el este de Afganistán tras el terremoto que sacudió la provincia de Kunar el pasado 31 de agosto de 2025 a las 23:47 hora local.
La provincia afectada, presenta un terreno montañoso que dificulta el acceso a las aldeas y retrasa las operaciones de rescate. La mayoría de las víctimas se produjeron por el colapso de viviendas construidas con barro, piedra o paja sin refuerzo.
La falta de infraestructuras adecuadas, los efectos de décadas de conflicto armado y la ausencia de recursos estatales limitan la capacidad de respuesta y la atención a los heridos. El aislamiento internacional del actual gobierno también condiciona la llegada de ayuda exterior.