Este cohete de 70 metros de altura y 12 metros de ancho realizó su primer vuelo de prueba en 2018, cuando puso en el espacio un coche Tesla, al que le siguieron otros cuatro lanzamientos, el ultimo de los cuales fue con la misión clasificada USSF-67 realizada en enero de este año por encargo de la Fuerza Espacial de EE.UU.

Los cohetes que componen el Falcon Heavy están diseñados para ser recuperados, no obstante en la misión del jueves SpaceX los dejará caer en el mar.

El Falcon Heavy era el cohete más poderoso construido por la compañía fundada por Elon Musk, un título que perdió tras el vuelo de prueba del Starship el pasado 20 de abril, y que explotó de forma intencional unos cuatro minutos después de elevarse, cuando se hallaba a 39 kilómetros de altura, sobre el Golfo de México.

El Starship, de 120 metros de altura, vuela impulsado por 33 motores Raptor que le confieren una potencia tres veces superior a la del Falcon Heavy.