Durante los últimos años, las series coreanas o también conocidas como K-dramas se han convertido en las producciones más vistas alrededor del mundo; pues llaman la atención porque son cautivantes, detalladamente producidos, relativamente cortos y siempre atados a algún aspecto de la cultura de Corea del Sur.
Por ejemplo, en Netflix, que los impulsa decididamente, siempre existe un K-drama entre las 10 series más vistas de Ecuador. Ahora mismo está triunfando ‘King the Land’, una comedia romántica con pinceladas de drama y crítica social que tiene atrapada a la audiencia que disfruta de los romances imposibles.
El término K-drama, en realidad, queda corto como concepto aglutinante, ya que los géneros de estos programas son variados. El romance es el tema mayoritario, pero también existen producciones de acción, suspenso, fantasía y también de corte histórico, llamado sageuk.
Además de la calidad de la historia y de la referencia social a Corea del Sur, los K-dramas tienen otras características que dan sazón a la fórmula:
Producción de alta calidad, pues exhiben una cinematografía impresionante con actuaciones sólidas y efectos visuales avanzados para la pantalla chica.
El K-pop, pues lo K-dramas incluyen canciones de los ‘idols’, es decir cantantes, de ese país e incluso algunos de ellos protagonizan las series.
Además, estas series enfatizan mucho en los lugares turísticos de Corea del Sur y en su gastronomía, además de aspectos culturales.