El ejército ruso atacó a las ciudades ucranianas de Kiev y Odesa, con decenas de drones kamikaze Shahed, algunos de los cuales fueron derribados por el ejército ucraniano.
Según la Administración Militar de Kiev, se derribaron más de treinta drones rusos, pero sus fragmentos cayeron en zonas residenciales, provocando daños en viviendas y otras infraestructuras.
El ataque dejó herido a un hombre de 30 años en la ciudad de Odesa, donde los drones impactaron sobre un edificio de varias plantas y varios automóviles.
Una infraestructura eléctrica también fue alcanzada en la región de Zhitómir, donde tres distritos se quedaron sin luz.
Al mismo tiempo, una bomba aérea rusa ha matado a una persona en la región ucraniana suroriental de Sumi, fronteriza con Rusia.
Según las autoridades, Rusia ataca cada noche territorio ucraniano con decenas de drones kamikaze Shahed, una tecnología relativamente barata recibida de Irán capaz de alcanzar distancias de más de mil kilómetros.
Las defensas ucranianas interceptan la gran mayoría de estos drones, que sin embargo siguen provocando víctimas y daños materiales al impactar directamente en infraestructuras o viviendas o caer sobre éstas los fragmentos de los aparatos derribados.