Salvamento Marítimo de España rescató al menos a 324 inmigrantes este miércoles, día de Navidad, que viajaban en seis embarcaciones precarias en aguas próximas a las Islas Canarias (Atlántico), y está en contacto con otras embarcaciones para descartar que haya otras barcazas en la zona.

El último de estos barcos fue localizado a unos 18 kilómetros de la costa de la isla de Gran Canaria, pero no se puedo rescatar a sus ocupantes debido a las malas condiciones del mar, por lo que los están remolcando hasta tierra, momento en el que se sabrá el número de personas que van a bordo.

Además de esta, otras cinco embarcaciones precarias, conocidas en la zona como cayucos, fueron recatados este 25 de diciembre en distintas islas del archipiélago canario.

Uno de ellos llegó a la Isla de Gran Canaria con 60 hombres y 4 mujeres, que fueron avistados por un buque, que avisó a Salvamento Marítimo, empresa pública encargada de la seguridad marítima en las costas españolas.

Por otro lado, a la isla de Tenerife llegaron 40 migrantes, entre ellos cuatro mujeres y tres menores, que fueron rescatados después de que sus ocupantes pidieran ayuda a los servicios de emergencia, sin precisar su ubicación.

A la isla de El Hierro llegaron otros tres cayucos, uno con 80 subsaharianos, de los cuales tres tuvieron que ser trasladados a un centro sanitario por patologías leves, y otras dos embarcaciones más, una de ellas con 75 personas, entre ellos 15 mujeres y varios menores, y otra con 65, entre ellas 18 mujeres y varios menores, si bien todos llegaron en aparente buen estado de salud.

Los controladores de Salvamento Marítimo de Tenerife están contactando con pesqueros y embarcaciones para confirmar o descartar la posibilidad de que otro cayuco se encuentre en la zona.

Desde que comenzó el año y hasta el 15 de diciembre, llegaron a las Islas Canarias 43.737 inmigrantes en embarcaciones precarias, un 18,6 % más que en el mismo periodo de 2023, según los últimos datos del Ministerio de Interior español.

Estas embarcaciones llegan a través de la conocida como ruta canaria de la emigración, que va desde las costas de África a las Islas Canarias a través del Atlántico, considerada como la ruta más peligrosa del mundo para los migrantes, pero eso no disuade a miles de personas para embarcar en pequeñas lanchas con el objetivo de alcanzar suelo europeo.