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Con el objetivo de proteger los ecosistemas del país durante la temporada navideña, el Ministerio del Ambiente y Energía activó a nivel nacional la campaña “No arranques la piel de los bosques”, mediante la cual se ejecutarán operativos simultáneos en carreteras, mercados, plazas, ferias y puntos críticos de extracción de flora silvestre.
Las acciones incluyen también jornadas de sensibilización en instituciones educativas y espacios comunitarios, orientadas a generar conciencia ambiental sobre el daño que provoca la extracción masiva de especies nativas, particularmente durante diciembre.
Los controles estarán a cargo de equipos integrados por funcionarios del Ministerio y agentes de la Unidad de Protección del Medio Ambiente (UPMA) de la Policía Nacional, quienes realizarán retenciones, decomisos y procesos administrativos contra quienes participen en actividades ilegales.
Esta estrategia, que se ejecuta desde hace seis años, busca frenar la recolección, tenencia y comercialización ilegal de musgo, bromelias, líquenes y helechos, recursos naturales que son utilizados tradicionalmente en pesebres navideños.
Según cifras oficiales, en los últimos tres años se han retenido más de 1.055 kilogramos de flora silvestre destinada a la venta ilegal, principalmente musgos nativos extraídos de áreas protegidas y zonas de amortiguamiento.
El Gobierno recordó que estas prácticas están tipificadas como delito. El artículo 247 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) establece penas de uno a tres años de prisión, mientras que el Código Orgánico del Ambiente fija multas que oscilan entre 2.300 y 92.000 dólares, además del decomiso de especies y herramientas utilizadas.
Finalmente, las autoridades exhortaron a la ciudadanía a no comprar estos recursos forestales y optar por decoraciones sostenibles, ya que el musgo, las bromelias y los líquenes cumplen un papel fundamental en los ecosistemas al regular el recurso hídrico, capturar agua de neblina, proteger los suelos de la erosión y servir de refugio para múltiples especies de fauna. Su extracción masiva pone en riesgo el equilibrio ecológico y la disponibilidad de agua.
