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¿Qué es la renuncia silenciosa? cinco acciones para evitarla

Desde el último trimestre del 2022 se escucha con mucha fuerza sobre la “renuncia silenciosa” o ‘quiet quitting’ entre los profesionales, especialmente, más jóvenes. Esta tendencia mundial puede perjudicar a las empresas y organizaciones si no se la detecta a tiempo.

El término se refiere a la actitud de los trabajadores de limitarse a hacer los deberes establecidos en sus cargos, sin dar esfuerzos extras ni asumir responsabilidades que estén fuera de sus competencias.

Esta tendencia nació como consecuencia de la ‘Gran Renuncia’, que surgió tras la pandemia del covid-19 y se convirtió en un gran reto para las empresas en 2021 y 2022.

Este 2023, los trabajadores continúan creyendo que tienen poder sobre las empresas para elegir dónde trabajar. A nivel mundial, el 72% de los trabajadores no está preocupado por perder su trabajo. Eso es un aumento significativo sobre la cifra de 2021, que fue del 61%, señala el informe The Global Workforce of the Future 2022.

La “renuncia silenciosa” o ‘quiet quitting’ está muy relacionada con las nuevas expectativas que tienen los trabajadores sobre su lugar de trabajo, en donde la salud mental y el equilibrio entre la vida laboral y personal son ahora una prioridad, explicó Sebastián Lima, director nacional de Calidad y Servicio de Adecco Ecuador.

¿Qué deben hacer las empresas para evitar la renuncia silenciosa?

Hay varios estudios sobre cómo las compañías deben de evitar la renuncia silenciosa. Todos coinciden en una mejora de la calidad de vida de los trabajadores, flexibilidad laboral, capacitación, comunicación, oportunidades de crecimiento.

En este artículo recogeremos cinco calves a implementar para evitar la renuncia silenciosa.

1.Adecuado proceso de selección: Los empleadores deben conocer las motivaciones que tienen los colaboradores al asumir un nuevo reto laboral. Esto permitirá determinar si hay un engranaje adecuado entre la empresa y el ejecutivo.

2. Implementar salarios competitivos: Este aspecto es fundamental y se refiere a vincular mejor la remuneración con el rendimiento. Para ello es importante que las empresas inviertan en formación, tecnología y análisis para establecer objetivos de rendimiento, medir y compensar a las personas trabajadoras por su conjunto de habilidades, experiencia y rendimiento de manera más eficaz.

3. Flexibilidad: 6 de cada 10 personas que trabajan en oficina están considerando cambiar o ya han cambiado de trabajo para tener mayor flexibilidad. La negociación de horas libres o jornadas de trabajo híbridas son algunas de las alternativas más efectivas.

También hay que tomar en cuenta que, el 72% de las empresas han incrementado su productividad gracias a la implementación de la modalidad híbrida, señala el informe Recruit Retain and Grow de Poly.

4. Oportunidades de desarrollo: El crecimiento de las personas en un puesto de trabajo es vital, no sólo para su satisfacción personal, sino también para la preparación de la empresa a futuro, debido a que creará una reserva de personas altamente cualificadas.

5. Bienestar de los trabajadores: El 36% de las personas trabajadoras han sufrido ‘burnout’ o Síndrome de desgaste ocupacional, en los últimos 12 meses, por exceso de trabajo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce a este síndrome como una enfermedad laboral.

La mejor forma de contrarrestar esto, es animar a los colaboradores a utilizar todas sus vacaciones anuales, crear una cultura de confianza y estabilidad, y permitir las bajas por salud mental, señala Lima.

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