Migrar implica mucho más que cambiar de dirección en un mapa. Es un viaje emocional y psicológico que transforma vidas. El duelo migratorio es proceso psicológico de adaptación, una realidad que acompaña a millones de personas en todo el mundo.
Al dejar atrás su tierra natal, sus seres queridos, sus costumbres y su identidad, los migrantes experimentan una pérdida profunda y compleja. Esta sensación de desarraigo, de nostalgia y de incertidumbre puede manifestarse de diversas formas.
¿Cuáles son los síntomas del duelo migratorio?
De acuerdo con Top Doctors, este proceso psicológico puede manifestarse con los siguientes síntomas:
- Síntomas físicos: En muchos casos, los afectados presentan insomnio, fatiga e incluso malestar general a causa de su situación emocional.
- Dificultad para adaptarse: El conflicto interno de vivir en un lugar nuevo hace que la persona se sienta desubicada y frustrada por no entender los códigos sociales y culturales.
- Nostalgia: La nostalgia continua es uno de los síntomas más característicos de esta condición psicológica.
- Pérdida de identidad: Debido al nuevo entorno, muchos pueden tener una pequeña crisis de pérdida de identidad, en la que se desconoce quiénes son y qué papel cumplen en una nueva sociedad.
Aprende a gestionar el impacto de la migración
Existen diversas formas en las que una persona puede aprender a gestionar el impacto emocional que supone ser un expatriado, incluyendo algo tan simple como reconocer y aceptar la tristeza y la frustración que trae consigo el abandonar su ciudad o país de origen.
Top Doctors recomienda aprender nuevas cosas sobre la cultura y las costumbres del lugar al que te mudaste. También puedes seguir practicando tradiciones propias como la celebración de algunas festividades, cocinar platos típicos o escuchar música de tu localidad.
Para que la nostalgia sea menos opresiva, mantente en contacto con amigos y familiares, y únete a grupos de expatriados o comunidades que compartan tus intereses.