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El reconocido periodista palestino Anas al Sharif, corresponsal de la cadena catarí Al Jazeera, murió la noche del domingo 10 de agosto en un bombardeo israelí de precisión en la Ciudad de Gaza. El ataque, confirmado por las Fuerzas de Defensa de Israel y testigos en el lugar, alcanzó una zona utilizada como campamento de prensa próximo al hospital Shifa.
Según el Ejército israelí, Al Sharif tenía vínculos con el movimiento islamista Hamás y se hacía pasar por periodista, acusación para la que no ha presentado pruebas verificables. El comunicador había sido señalado en otras ocasiones como objetivo militar, pero organizaciones como Reporteros Sin Fronteras han considerado insuficientes las evidencias presentadas para justificar su muerte.
Al Jazeera es uno de los pocos medios de comunicación con presencia en Gaza
Momentos antes del ataque, Al Sharif había publicado en la red social X un video en el que mostraba la intensidad de los bombardeos en la capital gazatí. También compartió un mensaje alertando de que, de continuar la ofensiva, Gaza quedaría reducida a ruinas y su población sería silenciada. La explosión que le quitó la vida también provocó la muerte de otros tres periodistas y de un conductor que trabajaba con ellos.
Las imágenes difundidas tras el ataque muestran la magnitud de la tragedia, con cuerpos destrozados y vecinos trasladando los cadáveres envueltos en sudarios. Con estas muertes, el número de comunicadores fallecidos en Gaza desde el inicio de la ofensiva israelí asciende a 237, según cifras de las autoridades locales, que incluyen reporteros, fotógrafos y creadores de contenido.
La cadena Al Jazeera, uno de los pocos medios internacionales con presencia en Gaza debido a las restricciones impuestas por Israel, denunció lo ocurrido como un intento de silenciar la cobertura de la guerra. La emisora ya había perdido en meses recientes a otro de sus periodistas en circunstancias similares, en medio de un contexto de creciente hostilidad hacia la prensa en el territorio.
