Este fin de semana el cantón El Guabo cumple 47 años de cantonización. Sus autoridades liderados por el alcalde Hitler Álvarez, através de promocionales llama a vivir una fiesta “llena de tradición y alegría”, pero en las calles la percepción es distinta: el temor y la violencia marcan el pulso cotidiano de un cantón golpeado por la inseguridad.
“Dicen que será una fiesta para todos, pero muchos ni siquiera quieren salir de casa cuando cae la noche”, comenta doña Teresa N, dueña de un negocio de venta de ropa ubicada en el centro de este cantón orense. “Nos hablan de baile y alegría, pero lo que necesitamos es seguridad, no escenarios ni orquestas”, agregó.
El contraste es evidente. Mientras el municipio prepara tarimas, luces y sonido, los vecinos sienten que la inversión pública debería dirigirse a reforzar la seguridad ciudadana, mejorar la iluminación de calles, instalar cámaras de vigilancia y coordinar con la Policía Nacional para frenar la violencia.
Los especialistas en políticas públicas señalan que la austeridad debería marcar la agenda en tiempos de crisis, sobre todo cuando la inseguridad se ha convertido en el principal reclamo social.
Los recursos destinados a espectáculos masivos podrían, según líderes barriales del cantón El Guabo, canalizarse hacia proyectos de prevención, programas comunitarios y equipamiento para fuerzas del orden. “De nada sirve celebrar si al día siguiente seguimos con el mismo temor”, agrega un dirigente que prefirió no identificarse.