El grito de “¡Queremos justicia para nuestros niños!” se escuchó en medio del cortejo fúnebre que recorrió casi 8 kilómetros desde la casa comunal de Las Malvinas hasta el cementerio Ángel María Canals, en el suburbio de Guayaquil.
Los globos y las camisetas blancas se observaron entre familiares y amigos que llegaron hasta el camposanto junto con los féretros de Ismael, Josué, Steven y Saúl. Ellos desaparecieron el 8 de diciembre tras la captura de una patrulla militar para luego ser abandonados en Taura.
El 24 de ese mes se hallaron cuatro cuerpos calcinados en ese sector y el 31 se confirmó que estos restos pertenecían a los menores. ”Estos son los hijos de Las Malvinas, estos son nuestros niños por los que se debe pedir justicia, que no se descanse hasta tener justicia por sus muertes”, gritaron familiares y miembros de colectivos este miércoles, 1 de enero de 2025.
Los gritos de desesperación de las madres se escucharon poco antes de que llegara el cortejo al cementerio. Las pancartas que se usaron en los diferentes plantones para solicitar respuestas por la desaparición de los cuatro chicos se levantaron junto a los féretros.
Aproximadamente a las 16:30, al menos seis motos abrieron paso a los familiares que llegaron abrazados y llorando. Varios buses se movilizaron desde Las Malvinas hasta el suburbio.
En las afueras del camposanto se lanzaron fuegos artificiales y se encendieron bengalas blancas. Dentro del cementerio, al menos 300 personas caminaron hasta un espacio de tierra en donde se levantaron las cuatro tumbas. Estas estructuras, elaboradas con bloque y cemento, aún estaban frescas y sin pintar.
Antes de colocar los féretros en los espacios construidos, que estaban uno junto a otro, las madres de los cuatro menores se despidieron. Mientras que al unísono se gritó: “Justicia para nuestros niños, queremos justicia para los hijos de Las Malvinas”.
Personas desmayadas y gritos de desesperación se observaron en el momento en que se colocaban las cajas, que se mantenían selladas con plástico. Pasadas las 17:00 de este miércoles, 1 de enero, culminó la sepultura de los cuatro menores.
Sobre este caso, Fernando Bastias, del Comité Permanente de Derechos Humanos (CDH), señaló que, además de que el ministro de Defensa emita disculpas públicas, todo el Bloque de Seguridad también debería hacerlo.
”El daño a la integridad personal que ha generado, el daño a la integridad personal de los niños y de sus familias, no es solo la desaparición, sino toda la campaña de desinformación y estigmatización. Asimismo, como hicieron cadena nacional para estigmatizar a los niños y desmentir, deberían ahora también emitir las disculpas públicas tal cual lo ha establecido la jueza, como bloque”, manifestó Bastias.