La asambleísta Mónica Palacios Zambrano, de la bancada de Revolución Ciudadana, fue suspendida por 60 días y sin sueldo por presunto acoso laboral a un funcionario legislativo que prestaba sus servicios en el bloque de Acción Democrática Nacional (ADN); la decisión fue tomada este lunes 6 de mayo por el Consejo de Administración Legislativa (CAL).
Esta resolución de suspensión fue aprobada con cinco votos a favor y dos en contra, además, en el documento se concluyó que Mónica Palacios incurrió en la falta administrativa muy grave dispuesta en el numeral 6 del artículo 171 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa.
Del Consejo, los asambleístas que votaron por la suspensión de la legisladora Mónica Palacios son Henry Kronfle (PSC), Ecknner Recalde (ADN), Diego Matovelle (ADN), Alexandra Castillo (Construye) y Jorge Acaiturri-Villa (PSC). En contra se pronunciaron Viviana Veloz y Esther Cuesta, de la bancada de la Revolución Ciudadana.
Además, se conoció que la queja por presunto acoso laboral la presentó el funcionario Emilio Flor Zambrano, quien presta sus servicios en la bancada de ADN, asimismo, solicitó que se aplicara lo estipulado en el artículo 171 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa Nacional, numeral 6, relativo a las faltas administrativas graves que cometen los asambleístas, esto es, “incurrir en actos que constituyan acoso laboral o acoso laboral con connotación sexual contra las y los asambleístas o las o los funcionarios de la Asamblea Nacional”.
Según reseñó El Universo, el supuesto acoso habría empezado en diciembre de 2023, en una sesión de la Comisión de Desarrollo Económico presidida por la asambleísta Valentina Centeno (ADN), mientras se debatía la ley económica urgente de eficiencia económica y generación de empleo. En esa reunión, la legisladora Mónica Palacios, sin autorización de la presidenta de la mesa y saltándose el procedimiento, habría retirado el micrófono a la legisladora Esther Cuesta (RC) y comenzado a hablar, por lo que el funcionario legislativo procedió a solicitar el micrófono. Pese a ello, el micrófono no se entregó y luego empezó el acoso laboral en la red social X, en la que la asambleísta afirma que fue “amedrentada por un funcionario que intentó arrancharle el micrófono para silenciarla”.
Luego la acusada presentó ante la administración de la Asamblea una solicitud de inicio de acciones disciplinarias pidiendo una sanción contra el funcionario legislativo, porque “había incurrido en acciones violentas, machistas y atentatorias a su condición de mujer y asambleísta”. Tras el proceso, la administración del Parlamento no encontró razones para una sanción y archivó el pedido realizado por Palacios.