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El recién posesionado ministro de Trabajo, Harold Burbano, negó este viernes 21 de noviembre haber ejercido cualquier tipo de presión para que Álvaro Rosero quede habilitado y pueda desempeñar el cargo de Ministro de Gobierno, pese a que registraba un impedimento por deuda patronal con el IESS.
Según el Ministerio de Trabajo, esa inhabilidad ya no consta en los registros oficiales. Sin embargo, el exdirector regional de Trabajo en Quito, Christian Marín, aseguró que Burbano lo presionó para levantar la prohibición, acusación que el Ministro calificó como falsa.
“Rosero cumplió el trámite”
Durante su comparecencia ante la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional, Burbano presentó un certificado actualizado del IESS, donde consta que Rosero ya no mantiene mora con la institución.
El Ministro afirmó que desconoce si el exdesignado pagó o no la deuda, pero señaló que el trámite para la habilitación fue realizado de forma regular. La polémica derivó en que Álvaro Rosero declinara el cargo antes de ejercerlo, por lo que el Ejecutivo designó en su lugar a Nataly Morillo.
“Show mediático” y cruce de denuncias
Burbano aseguró que las acusaciones responden a una supuesta retaliación por parte de Christian Marín, quien —según puntualizó— fue destituido el 19 de noviembre a las 17:31, junto a otros servidores de libre remoción.
Agregó que Rosero levantó su impedimento alrededor de las 15:00 del mismo día, por lo que Marín ya no era funcionario activo en el momento en que dice haber recibido presiones.
El Ministro incluso señaló que Marín podría haber incurrido en simulación de cargo público, aunque descartó denunciarlo “para no perseguir a nadie”. Por su parte, el exdirector aseguró que sí presentará una denuncia en Fiscalía.
La Comisión de Fiscalización aprobó recibir a Marín en comisión general, donde ampliará su versión de los hechos ante los asambleístas.
