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Este 11 de abril, Jorge Glas mantuvo su audiencia frente a la Corte Nacional de Justicia y solicitó salvoconducto y asilo político. También aprovechó para relatar detalles de su detención. “Ya me han metido tres veces a la cárcel, ya basta. Mejor mándenme a matar. Me han traído a La Roca, esto es banal», dijo el exvicepresidente.
«No seré reiterativo con que no podían ingresar a una Embajada», comenzó diciendo Glas, describiendo los momentos previos a su detención. Relató que escuchó los gritos de Roberto Canseco y decidió abrir la puerta para intervenir, momento en que fue sorprendido por agentes armados que lo apuntaron con fusiles.
El exvicepresidente explicó que fue tratado con violencia, siendo empujado contra la pared, golpeado y recibiendo puntapiés y rodillazos. Además, denunció que uno de los policías enmascarados le dislocó un dedo como un acto de represalia personal.
En relación con las acusaciones de corrupción en contratos de reconstrucción tras el terremoto de 2016 en Manabí, Glas afirmó que se trata de persecución política y negó cualquier irregularidad. «Todo es persecución política», expresó con indignación.
Concluyendo su intervención, Glas hizo un llamado a detener lo que considera un hostigamiento constante.
