Agradecida, transformada y con la certeza de haber dejado huella. Así se siente Mara Topic Verduga a pocas horas de entregar la corona de Miss Universo Ecuador, título que ostenta desde junio de 2024 y que este sábado 26 de julio pasará a una nueva representante.
La guayaquileña abrió su corazón a este Diario y reflexionó sobre lo que ha significado este año en su vida: desde su compromiso social con los ecuatorianos, su crecimiento espiritual y los logros que alcanzó, mientras vive con una enfermedad autoinmune.
¿Cómo te sientes al estar cerca de entregar la corona y cerrar este capítulo en tu vida?
Me siento extremadamente agradecida. Este año me enseñó que tener una corona no se trata solo del brillo, sino de lo que haces con ella. Me hizo crecer, sanar y entender cuál es mi verdadero propósito, ser un puente de ayuda para los demás.
Cuando ganaste, ¿te imaginaste todo lo que vendría con el título?
Jamás imaginé todo lo que traería consigo este título. Aprendí que no se trata de posar, sino de sostener el cariño de la gente, de servir al Ecuador entero, en cualquier momento y situación, incluso cuando nadie te ve. Aprendí a siempre dar un mensaje positivo, inspirar y motivar a los demás a seguir sus sueños. Ya dejas de ser tú, porque te vuelves Ecuador.
¿Cuál fue el momento más emotivo que viviste como reina?
100 % fue cuando estuve haciendo mi proyecto social, que lo sigo haciendo, y visité un lugar donde había bastantes personas que tenían cáncer y le entregué una peluca a una chica. Me acuerdo que ella se me acercó y me preguntó: ‘Mara, ¿tú crees que yo también podría ser reina de belleza así como tú?’. Y yo le dije: Por supuesto. Tú tienes peluca, yo tengo peluca y eso no es un impedimento».
Ese instante me recordó el verdadero propósito de ser una reina: inspirar a quienes nunca imaginaron ser inspirados por alguien como tú.
¿Hubo algo que quisiste hacer durante tu reinado y no pudiste?
Sí, me hubiera encantado visitar las islas Galápagos. Desafortunadamente no pude ir como Miss Universo Ecuador 2024, pero es una cita pendiente, sé que iré algún día.
¿Qué consejo has dado a las candidatas que compiten este sábado 26 de julio?
Que brillen con su esencia, que no traten de cambiar. Les digo que no intenten ser perfectas. Que sean íntegras, que no se desgasten queriendo agradar a todos, porque el valor no está en los aplausos nunca. El verdadero valor está en hacer las cosas bien cuando nadie te ve y en querer representar bien al país a través de los pequeños detalles.
Ayer tuve una conversación muy profunda con algunas de ellas que se me acercaron a pedirme consejos y les dije que se concentraran en ellas, en su propósito, en su voz, porque cada una de ellas está representando a su comunidad y es extremadamente importante que estén centradas en eso, que no se dejen llevar por nada, porque al fin y al cabo, cuando se dejan llevar, es cuando vienen los problemas.
Les dije que trataran de mentalizarse en que ellas están ahí por un propósito más grande que una corona.
¿Cómo has vivido el camino a la elección de tu sucesora?
Yo creo que cada candidata habla con su propio corazón y esencia y lo que te puedo contar es que verlas fue un recordatorio de cómo yo me sentía cuando fui candidata.
¿Cómo creciste a nivel personal y profesional durante este año?
Crecí muchísimo, sané, mejoré, aprendí mucho más de mí, pero más que nada siento que creció este compromiso de que mi vida no es para mí y que nunca lo será. Mi vida siempre será para servir a los demás. Y mi vida totalmente se la he entregado a Dios y todos los días le decía a Dios: Señor, úsame con mis talentos como tú quieras para ayudar a los demás.
Sé que hoy yo tengo un poder muy grande, tengo la atención de muchas personas, y lo único que quiero hacer y lo que siempre he querido hacer es servirles de la mejor manera.
¿Cuál fue el mayor desafío que enfrentaste en tu reinado y cómo lo superaste?
No puedo decir que hubo un desafío mayor, porque el amor de mi gente fue mi motor. Incluso con mi enfermedad autoinmune, con altibajos físicos, aprendí a manejarlo. Ha sido difícil, pero enriquecedor, cuanto más te conoces, más puedes ayudar a otros.
¿Qué proyectos vienen para ti después del reinado?
Propuestas tengo muchas, pero se lo he puesto todo en manos de Dios y estoy confiando en que tiene el propósito indicado y me va a ayudar en mis próximos pasos.
Tengo muchas cosas que se vienen y más que nada quiero decir que esto no es una despedida y que yo sigo aquí. Seguiré presentando a los ecuatorianos de otra manera, en cada paso que voy a dar y a cada lugar al que vaya.
Lo empecé a escribir en febrero cuando nació mi sobrinito. Siento que tuvimos un momento muy bonito. Yo creo muchísimo en el poder de la oración.
Puedo contar también que yo he audicionado muchísimo para diferentes series de Netflix. Sigo haciendo audiciones y esperando estar en la pantalla grande de sus televisores en sus casas.
Sobre los proyectos sociales que hiciste, ¿cuál te marcó más?
Tengo dos proyectos principales. Mentes Valientes: Entrenamiento en Resiliencia Emocional, para ayudar a mujeres y niños de comunidades desfavorecidas, en especial a aquellos que luchan contra el cáncer y sus efectos, entre ellos, la pérdida del cabello, que tiene un impacto físico y emocional. Doy las herramientas que me han servido a mí para mitigar el estrés y mejorar mi bienestar emocional teniendo yo la enfermedad de Hashimoto.
Y Cumpliendo Sueños, donde por ejemplo, gestiono tratamientos como la plasmaféresis para personas con Guillain-Barré, accesibles gracias a fundaciones vinculadas. Un puente de ayuda que no termina con mi reinado.
Eso me da tanta gratificación, saber que eres un puente de ayuda, porque al fin y al cabo una reina de belleza es un puente de ayuda. Esto no es algo que va a acabar hoy, es algo que voy a tener para el resto de mi vida y siento que he usado mi tiempo, recursos y energía en los lugares correctos para ayudar a los demás.
¿Cómo manejaste la presión mediática y la responsabilidad de representar al país?
La presión mediática me sirvió de motor. Cada crítica me enseñó algo, busco empatía con quienes critican. Siempre trato de buscar la empatía cuando un hater me escribe en lugar de tener un sentimiento negativo y trato de que no me afecte emocionalmente, porque todos somos humanos.
Por otro lado, representar a Ecuador implicó pensar en los 18 millones de personas que esperan una buena imagen del país, con amabilidad, carisma y compañerismo.
Yo quería ser una persona que nutra a otros simplemente por mi presencia, sonrisa y mirada de esperanza. Tener eso en mente todo el tiempo me ayudó bastante a representar bien a mi país y lo sigo haciendo.
¿Cómo surgió tu amistad con Victoria, la actual Miss Universo?
Fue en México, compartimos cuarto y experiencias en certámenes previos. Victoria era mi ‘partner in crime’. Hablamos de lo que vivimos de niñas, de nuestros dolores, de nuestras esperanzas y de nuestros propósitos. Su triunfo me puso muy feliz. Es una mujer con gran corazón y se lo merece.
¿Qué significó para ti hacer que Ecuador regresara a un ‘top’ en Miss Universo después de años?
Fue una inyección de esperanza. Aunque el país estaba apagado, sentí que ese logro trajo energía y unión. Y creo que eso es lo que espero haber hecho. Pude gritar “Ecuador” con fuerza. Fue uno de los momentos más felices de mi vida que nunca se me va a olvidar. Tuve la fuerza y la valentía de poder unir a un país. Estuvimos todos latiendo por un sueño y creo que eso no tiene precio.
Si pudieras hablar con la Mara recién coronada hace un año, ¿qué le dirías?
Que se abroche el cinturón (risas). Que esto es un camino largo, que no se trata de ser perfecta, sino de ser ella misma y creo que sí lo cumplí. Que confíe en Dios y se entregue a él, porque lo mejor siempre está por venir.
¿Qué cualidades consideras esenciales para la próxima soberana?
Humildad. Yo creo que lo más importante de una reina de belleza es la humildad, porque no es cuánto brillas sino cuánto conectas con tu gente y cuánto puedes inspirar a los demás. Me encantaría que tenga empatía y valentía para afrontar todas las situaciones que tienen que enfrentarse. Representar al país es ser el alma del Ecuador y el alma del Ecuador no es perfecta, pero es bondadosa, cariñosa, empática, humilde, fuerte…
¿Cuál fue tu experiencia más inesperada o significativa en el extranjero durante tu reinado?
Ser embajadora en Casa Ecuador 2024 en París fue espectacular, también cuando desfilé y presenté en el Miami Swim Week este mes mayo, porque los organizadores me dijeron que fui la mejor presentadora que el evento ha tenido hasta ahora.
¿Recuerdas algún mensaje o regalo de fanáticos que te haya conmovido?
Sí. Una carta de una chica que me escribió contándome que tenía una enfermedad autoinmune como yo y que cambió por completo su manera de pensar por una entrevista mía. Me obsequió una florcita. Ese mensaje me recordó que cada paso que das siembra semillas que florecen en otros. Estoy tan agradecida y pienso, wow, la verdad es que Dios sí pudo obrar a través mío todo ese año y espero que lo siga haciendo.
¿Te animarías a participar en otro concurso de belleza en el futuro?
Si es que esos son los planes de Dios, sí. Si es que la organización Miss Universo Ecuador me quiere mandar a otro concurso, pues buenísimo.
Con información de: El Universo