El Cementerio General de Machala se convirtió en un espacio de sentidas remembranzas este Día de la Madre, domingo 12 de mayo. Numerosas personas acudieron al camposanto para honrar la memoria de sus mamás, recordándolas con cariño y depositando flores o encendiendo velas en sus tumbas.
A pesar de la tristeza que implica la ausencia física de las madres, este domingo reinó un ambiente de profunda emotividad en el cementerio. Los visitantes, conmovidos por el recuerdo, expresaban su amor y gratitud hacia ellas a través de gestos simples pero significativos.
“Mi madre era una mujer trabajadora, nos formó bien. Siempre venimos, no por el Día de la Madre porque siempre se debe visitar”, dijo la señora Elsa Muñoz quien visitaba a su madre que falleció hace 12 años. Asimismo, recordó a los hijos que a sus madres deben darle todo en vida, “ya cuando están aquí -en el cementerio-ya no, para qué”.
Don Lorenzo Cruz perdió a su mamá hace 30 años, “yo la recuerdo todos los días…era alegre y buena con todos nosotros”, dijo con mucha tristeza por ya no tenerla.
Las flores, símbolo universal del amor y la memoria, decoraron las tumbas de las madres. Velas encendidas iluminaban los espacios, creando una atmósfera de paz y recogimiento. Las oraciones y palabras de cariño resonaban en el aire, como un tributo a las madres que ya no están físicamente presentes.
El Día de la Madre es una ocasión para celebrar la vida y el amor materno, pero el recuerdo de las madres que ya no están presente va más allá de una fecha en el calendario. Su legado de amor y enseñanzas perdura en el corazón de sus hijos y familiares, quienes las llevan consigo en cada momento.