La desaparición de cuatro menores de edad en el sur de Guayaquil obligó la noche del sábado al Bloque de Seguridad a dar un pronunciamiento tras una serie de conjeturas que se desprendieron en las últimas horas.
Desde organizaciones sociales, defensores de Derechos Humanos y hasta los alcaldes de Quito y Guayaquil salieron a pedir transparencia y explicaciones sobre el paradero de los cuatro chicos.
Según allegados de los menores, el pasado 8 de diciembre, un grupo de chico salió a jugar pelota y cerca de las 20:00 acudieron en grupo a una panadería cerca de un centro comercial de la av. 25 de Julio, en el sur de Guayaquil.
En esa zona cercana a Las Malvinas se habría desarrollado un supuesto operativo militar y los cuatro menores habrían sido abordados por uniformados, según las familias.
Los menores desaparecidos tienen entre 11 y 15 años de edad. Son chicos a los que les gusta jugar fútbol. Los familiares han mostrado fotos de ellos tras no saber nada de su paradero. Ellos son:
- Steven Gerald Medina Lajones, de 11 años
- Josué Didier Arroyo Bustos, de 14 años
- Nehemías Saúl Arboleda Portacarrero, de 15 años
- Ismael Eduardo Arroyo Bustos, de 15 años
Este sábado, la Fiscalía indicó que este caso de presunto secuestro de 4 personas menores de edad –en el que estaría involucrado personal militar– ha sido trasladado a Quito y estará a cargo de la Unidad Especializada en la Investigación del Uso Ilegítimo de la Fuerza.
Tras el pronunciamiento dado anoche por el Bloque de Seguridad, hubo aspectos que no fueron muy claros, debido a que por un lado se desvirtuó participación de la fuerza pública, asociando el hecho a grupos criminales y por otro se indicó la integración de un Tribunal de Disciplina Militar para determinar responsabilidades.
El ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, rechazó que esta situación sea utilizada con “intereses políticos y se maneje un narrativa de pretender involucrar a las Fuerzas Armadas con grupos de delincuencia organizada para “debilitar el trabajo de las fuerzas del orden, generar el caos, desmoralizar la lucha que se viene dando y maliciosamente hacer que la ciudadanía censure a una institución que está enfrentando al narcotráfico, crimen organizado y mafias que lo protegen”.
Sobre lo dicho por uno de los padres de los menores de haber hablado con su hijo luego de la supuesta intervención militar, el almirante Jaime Vela, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, dijo que descarta cualquier participación de la fuerza pública a hechos posteriores a la referida acción de la fuerza pública y que sería causa de la desaparición.
“Quiero decirle al señor padre de los niños, quien públicamente me ha pedido ayuda para esclarecer estos hechos, que no descansaré hasta darle la respuesta que usted y el país merecen, reciba mi personal compromiso y de la institución…”, expuso.
El jefe militar dijo que las Fuerzas Armadas “no van a interferir en investigaciones ni van a encubrir hecho alguno”.
Además, sostuvo que las Fuerzas Armadas prestan su aporte en las indagaciones y que se ha conformado tribunal de disciplina militar para determinar responsabilidades dentro de las leyes y reglamentos militares.
El general Víctor Zárate, comandante general de la Policía, recordó que la indagación penal por el caso de los menores está dirigida por Fiscalía y se mantiene de manera reservada.
Según Zárate, la Policía ha recibido a dos delegaciones, el 2 de diciembre pasado con la denuncia de un padre de familia por delito de secuestro y el 18 del mismo mes por desaparición involuntaria.