Un terremoto de magnitud 7,6 golpeó este lunes 1 de enero del 2024 la prefectura de Ishikawa, en el litoral occidental del centro de Japón, y obligó a las autoridades a activar una alerta por tsunami en buena parte del archipiélago.
El terremoto obligó a su vez a activar la alerta por la posible llegada de olas de hasta cinco metros de altura en la prefectura de Ishikawa y para olas de hasta tres metros para las prefecturas de Fukui, Toyama, Hyogo, Niigata y Yamagata.
También se implementó una alerta por tsunamis de hasta un metro para toda la costa occidental de la islas de Honshu y Hokkaido y el norte de la isla de Kyushu.
El terremoto, que se sintió incluso en Tokio, se produjo en la península de Noto a las 16.10 (7.10 GMT) e inicialmente la Agencia Meteorológica de Japón (JMA). Además, dejó sepultadas al menos a seis personas bajo los escombros.
Del mismo modo la agencia dijo inicialmente que el terremoto se produjo cerca del suelo y más tarde situó el hipocentro del mismo a 16 kilómetros de profundidad.
Imágenes radiadas por la televisión nipona o en redes sociales mostraron la gran fuerza del terremoto y el poder destructivo del mismo, especialmente en la localidad de Wajima (unos 500 kilómetros al oeste de Tokio), donde se han registrado al parecer los daños más graves.
En esta urbe de unos 27.000 habitantes al menos unas 30 viviendas unifamiliares han sufrido graves daños, dejando al menos a seis personas sepultadas bajo los escombros, y un edificio se ha derrumbado.
Hasta las 21.00 hora local (12.00 GMT) se habían registrado prácticamente 60 réplicas del terremoto y la JMA ha advertido que durante la próxima semana es muy probable que se produzcan más temblores que alcancen el nivel 7 japonés.
El terremoto también dañó carreteras y autopistas de la región y obligó a detener momentáneamente la circulación de varias líneas de tren de alta velocidad.
Se han reportado más de 30.000 viviendas sin luz en Ishikawa y otras 3.600 en la vecina Niigata en idéntica situación, aunque las autoridades niponas han dicho que al menos no se ha detectado ningún daño en ninguna de las centrales nucleares del país.