A partir de este viernes, 27 de enero y durante todo el fin de semana, las costas ecuatorianas recibirán oleajes más intensos por lo que la condición del mar variará entre moderada y ligeramente agitada en determinadas playas.
Así lo advierte el Servicio de Gestión de Riesgos, que recomienda tener precaución en todo el borde costero mientras persista el arribo de un nuevo tren de olas que podrían llegar casi a los tres metros.
La semana pasada en Salinas, el mar inundó el malecón y dejó grandes montículos de tierra, es posible que se repitan en algunos balnearios del país desde este viernes, ya que «arribarán oleajes con mayor energía provenientes del noroeste del Pacífico», advierte el Instituto Oceanográfico de la Armanda (Inocar).
Las otras 15 playas monitoreadas estarán en nivel de amenaza baja o bandera verde, que significa un menor peligro para los bañistas.
La bandera roja advierte que «no ingrese al mar», pero de momento no hay condiciones para declarar ese nivel de amenaza alta en ninguna de las 41 playas monitoreadas.
Hasta ahora, según esta Secretaría del Estado, se reporta: una persona fallecida (Esmeraldas), 84 personas afectadas, 19 viviendas afectadas, 3.260 metros de vías afectadas, 60 bienes públicos y privados afectados, un bien público destruido y una escuela afectada.