Desde el próximo 3 de diciembre, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) empezará a levantar información para la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares Urbanos y Rurales (Enighur), que se vuelve a realizar después de doce años.

El estudio se efectuará en momentos en que el consumo de los hogares se ha visto afectado por la crisis energética. Para la encuesta se visitarán 41.000 hogares del país durante el transcurso de un año con el fin de actualizar los datos para conocer en qué están gastando los hogares ecuatorianos, cuál es su patrón de consumo.

La última encuesta fue publicada en el año 2012. Roberto Castillo, director ejecutivo del INEC, indica que el estudio debió realizarse cinco o siete años después. Para esta nueva edición, un total de 260 encuestadores recorrerán el país recopilando la información hasta noviembre de 2025, que es cuando termina la encuesta.

La muestra seleccionada para ejecutar la Enighur abarca a las 24 provincias del país, en zonas rurales y urbanas, y a las nueve ciudades más grandes, como Quito, Guayaquil, Cuenca, entre otras, que tienen más del 60 % de la población en Ecuador “y es un buen predictor del patrón de consumo de la población en general”, detalla Castillo.

Las personas encuestadas tendrán que responder un cuestionario de 531 preguntas. Las entrevistas podrían demorar hasta tres horas y media; por ello, el personal del INEC realizará entre dos y hasta tres visitas a los hogares para completar la información que se requiere, aclara el director ejecutivo.

“Doce años han pasado desde la última encuesta y es imperativo actualizar los patrones de consumo, conocer los nuevos patrones de consumo. (La encuesta) tiene una aplicabilidad enorme”, destaca.

Castillo asegura que los técnicos del INEC, cuando lleguen a los hogares, presentarán su credencial de identificación. En caso que se requiera autorización al condominio, el técnico dejará una carta de solicitud explicando los motivos de la entrevista y tendrá números de contacto para que las personas puedan verificar la autenticidad de la información.

¿Qué se preguntará?

En el banco de preguntas que se harán a las familias están interrogantes sobre cuáles son las diferentes fuentes de ingresos del hogar y los diferentes perceptores de ingresos del hogar. Aquí, por ejemplo, se podrá conocer si los miembros de un hogar perciben dinero a través de una remuneración, pensiones por jubilación, bonos o transferencias monetarias. “Hay otros ingresos que se llaman de autoconsumo, es decir, una misma persona produce y consume lo que produce”, describe el funcionario.

Por el lado de los gastos, se consultarán temas relacionados con el uso de tecnologías, compras de bienes por internet, solicitar un taxi por aplicaciones, pedir comida a domicilio, mascotas, entre otros.

Los consumos que se están haciendo por la actual crisis energética también se contemplarán. “Técnicamente, tenemos que igual tomar esta fotografía en estos doce meses”, explica.

En gastos de consumo hay unos que se consideran continuos, permanentes, pero también hay otros gastos de consumo que no son tan periódicos o frecuentes y que no forman parte, por ejemplo, de ciertos gastos o de la canasta básica o de la canasta con la que se va medir la inflación.

“Por ejemplo: alguien se compró un generador eléctrico. ¿Cada cuánto tiempo se compra un generador eléctrico? Es una única vez. Entonces, nosotros ahí distinguimos la frecuencia de la compra o la durabilidad del bien. Es importante cuantificar lo que normalmente se compra y también los gastos extraordinarios”.

¿Para qué sirve la encuesta?

El INEC tiene programado terminar el levantamiento de información hasta noviembre de 2025. Luego, los datos serán procesados durante un lapso de aproximadamente seis meses; con ello, se calcula presentar los resultados definitivos hasta junio de 2026.

La encuesta tendrá varios usos. Uno de ellos es para actualizar los bienes y servicios que componen la canasta básica familiar, así como la inflación. Este último indicador sirve, entre otras cosas, para fijar el salario básico unificado.

También servirá para definir los nuevos lineamientos para determinar los parámetros que establecen que una persona se encuentra en pobreza o pobreza extrema. Para la “focalización del bono de desarrollo humano”, permitiendo identificar quién recibe la subvención estatal y si la necesita o no.

Por otro lado, Roberto Castillo indica que los resultados de la encuesta de ingresos y gastos será como una especie de estudio de mercado de gran utilidad para el establecimiento de negocios, ya que las personas que deseen iniciar un negocio propio podrán tener referencias actualizadas sobre los comportamientos de consumo.

Seguridad para los encuestadores

Para resguardar la integridad de los 260 encuestadores, el INEC ha coordinado con la Policía y el Ejército para dar acompañamiento a los técnicos en zonas que pudieran ser conflictivas. Castillo asegura que los protocolos de seguridad se han reforzado.

Durante la realización del último censo poblacional, en 2022, donde trabajaron alrededor de 18.000 encuestadores, se reportaron menos de 250 casos de robos.

Del lado de los ciudadanos, para asegurarse de que la persona que los visita pertenece al INEC, esta debe vestir uniforme, gorra y un chaleco azul con los logos institucionales, además llevar credencial con sus datos que pueden ser verificados en el portal de la institución (www.ecuadorencifras.gob.ec/verificar-encuestadores-autorizados/) o escribiendo a las cuentas de redes sociales del instituto.

Para la ejecución de la encuesta se ha destinado un presupuesto de $ 11 millones, monto que tiene una financiamiento del Banco Mundial.