En medio de la visita a la Escuela Superior de Policía Nacional, las asambleístas de la Comisión Ocasional que investigan el caso de María Belén Bernal, notaron la presencia de una persona que tomaba fotos y grababa lo que sucedía, al pedirle que se identifique dijo ser periodista y dio un nombre diferente al de su cédula.
Es la segunda visita que realizan las asambleístas al sitio donde fue vista por última vez María Belén Bernal, el pasado 11 de septiembre.
Las comisionadas fueron recibidas por la directora de la Escuela, Irany Ramírez, y la viceministra del Interior, Sandra Molina. Tras un recorrido por las instalaciones, los equipos de comunicación de las legisladoras se percataron que un hombre, con gafas, tomaba fotos y grababa lo que hacían, pero no solo a las legisladores sino a sus equipos.
Casi al finalizar su visita, le piden al sujeto que se identifique. Él dice que se llama “Wilmer” y que es parte del medio de comunicación Wilar.
Al sospechar de sus respuestas, exigen que presente alguna credencial. El sujeto entrega su cédula, en la que consta otro nombre al que dijo en un primer momento. “Lucas Mateo”, dice la cédula que entregó. Además, no pudo demostrar que era parte del equipo de Wilar.
Dicho medio de comunicación, minutos más tarde, alertó “que ningún equipo periodístico de nuestro medio de comunicación digital se acreditó para realizar la cobertura en las instalaciones de la Escuela en mención; por lo que, deslindamos cualquier tipo de responsabilidad de personas ajenas a la empresa WILAR COMUNICACIONES que se hayan tomado de manera arbitraria el nombre del medio de comunicación social”.
Al revisar el listado de personas acreditadas para ingresar tampoco constaba, ninguno de los nombres con el ingresó.
De acuerdo a lo dicho por varias autoridades, incluída la actual directora de la Escuela de Policía, al ingreso se solicita la cédula de toda persona ajena que ingrese a la institución. Sin embargo, el sujeto tenía en sus pertenencias sus documentos, es decir, no lo dejó en la garita de entrada.
Al consultar sobre quién autorizó su entrada, rápidamente las oficiales que acompañaban a la delegación de la Asamblea dijeron que ellas habían autorizado su ingreso por ser periodista.
En varias tomas, el sujeto aparece grabando al equipo de las asambleístas. Sus sospechas son porque en la rueda de prensa estuvo sentado en la sala de espera y no, como el resto de periodistas, tomando las declaraciones. No descartan que se trate de un policía infiltrado.