La noche del martes 27 de diciembre, el hijo de un policía disparó a su hermano, al manipular un arma de fuego. El hecho se dio después de que los menores llegaran junto a su padre a la unidad policial de Guaranda, al cambio de guardia.
El padre, que es policía, iba a salir franco por las festividades de fin de año. Por ello, lo acompañó su hija de 14 años de edad, y sus dos hijos, de 10 y 13 años. La idea era que los policías que hacían turno ahí quemen el monigote y pasen un momento ameno. Así que el uniformado salió del edificio en compañía de su hija y sus compañeros de trabajo. Sus otros dos hijos, de 13 y 10 años, se quedaron en el patio de la unidad policial.
Cerca de las 23:30, el padre escuchó a uno de sus hijos pidiendo ayuda. Cuando llegó al patio, vio a su hijo de 10 años herido en el piso y puesto un chaleco antibalas. El padre llamó a la ambulancia, pero cuando llegaron los paramédicos comprobaron que el niño había fallecido.
Según versiones preliminares, los niños habrían manipulado el arma de fuego del servidor policial mientras jugaban. La versión del niño de 13 años fue tomada ante el fiscal y su padre. Posteriormente, el niño fue aislado.
