En general, sí, es saludable caminar después de comer. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar, como mínimo, 10.000 pasos al día para estar saludable y reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Caminar después de las comidas es una práctica que ofrece una serie de beneficios al organismo, entre los que se incluyen:
Ayuda a la digestión: caminar ayuda a mover los alimentos a través del sistema digestivo, lo que puede ayudar a prevenir la indigestión y el estreñimiento.
Reduce los niveles de azúcar en la sangre: caminar después de una comida puede ayudar a reducir los niveles de azúcar en la sangre, lo que es beneficioso para las personas con diabetes.
Mejora el control del peso: caminar después de las comidas puede ayudar a quemar calorías y, por lo tanto, puede contribuir a la pérdida de peso o al mantenimiento del peso.
Mejora el estado de ánimo: caminar es una actividad física que libera endorfinas, que tienen propiedades antidepresivas y pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo.
La cantidad de tiempo que hay que caminar después de comer depende de varios factores, como la edad, la condición física y los objetivos de salud. En general, se recomienda caminar durante 20-30 minutos después de comer.
No es recomendable caminar inmediatamente después de una comida abundante. Es mejor esperar al menos 30 minutos para que el cuerpo tenga tiempo de digerir los alimentos.
Si hay problemas digestivos, como acidez estomacal o reflujo, es posible que caminar después de comer te cause malestar. En este caso, es mejor evitarlo o reducir el tiempo de caminata.