La mañana del 20 de junio amaneció teñida de sangre en el cantón El Guabo. Eran alrededor de las 06:30 cuando algunos ciudadanos que se dirigían a sus trabajos se detuvieron abruptamente en la vía Barbones – Santa Cruz.
Entre la maleza, a pocos metros del borde del asfalto, yacía el cuerpo de un hombre con evidentes signos de violencia. El hallazgo paralizó el ritmo cotidiano de quienes transitaban por la zona y encendió las alarmas en las autoridades.
La víctima fue identificada como Segundo Danner Quiñonez Matamoros. Su cuerpo presentaba múltiples cortes en el rostro, cuello y brazos. En una de sus manos aún sostenía un cuchillo manchado de sangre, como si hubiera intentado defenderse hasta el último aliento.
Según relató un familiar, Danner —como lo conocían en su entorno— era consumidor de sustancias sujetas a fiscalización. La última vez que lo vieron fue cerca de las 04:00, cuando salió de su casa en una bicicleta prestada.
Horas más tarde, la bicicleta fue hallada abandonada en los exteriores de un prostíbulo cercano. Pero de él, no se sabía nada… hasta que la fatal escena reveló su destino.
Agentes de la Policía Nacional acudieron al lugar tras la alerta del ECU 911 Machala. Luego de realizar las primeras pericias, confirmaron que se trató de una muerte violenta.
Por las características del hecho, no se descarta que haya habido un enfrentamiento, pues el cuchillo en la mano de la víctima, las heridas defensivas y el rastro de sangre en el camino apuntan a una lucha por sobrevivir.
Según los indicios, Danner habría caminado herido varios metros antes de desplomarse junto a la vía. En el trayecto se encontraron manchas de sangre y una gorra ensangrentada, probable testigo silente de sus últimos momentos.
El cadáver fue trasladado al Centro Forense de Machala, donde se realizarán las investigaciones necesarias para esclarecer lo ocurrido.