Ecuador

En Ecuador, el 5,7 % de la línea férrea está habilitado

El sonido de una locomotora volvió a escucharse oficialmente en Ecuador el 28 de abril de 2025. El Tren Tayta Imbabura, ​​​​fue el primero en reactivarse tras la liquidación de la empresa estatal Trenes del Ecuador, en 2020.

Su retorno se logró con un convenio de cooperación interinstitucional entre los Municipios de Ibarra y Antonio Ante, en Imbabura, y el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP). Y contempla la operación y el mantenimiento del tren de 13 kilómetros en la ruta Ibarra – Andrade Marín.

«El funcionamiento del gigante de acero impulsará el empleo, turismo y desarrollo económico de la zona», anunció el MTOP durante la inauguración de la ruta. Y según las autoridades locales, se trata de un objetivo que se está logrando.

César Escobar, alcalde de Antonio Ante, ha destacado el impulso que esta actividad da al turismo y a emprendimientos. El cantón es conocido por sus textiles, por lo que la ruta incorporó el Museo Fábrica Imbabura y, junto a él, una feria donde los artesanos exponen su producción.

Este primer éxito impulsó una segunda reactivación: la emblemática ruta de la Nariz del Diablo, en Alausí, con 12, 5 kilómetros de recorrido.

Sin embargo, Giuseppe Marzano, decano de la Escuela de Negocios de la UIDE, y Holbach Muñeton, presidente de la Federación de Cámaras de Turismo del Ecuador, coinciden en la necesidad de una estrategia macro que permita avivar este importante atractivo turístico para que no vuelva a desaparecer.

La reactivación del tren requiere de una propuesta integral

Hasta 2020, el tren rehabilitado en el gobierno de Rafael Correa abarcaba 456 kilómetros, con seis recorridos:

  • Tren de la Dulzura: un recorrido que conectaba Durán con Bucay.
  • Tren del Cacao: visitaba plantaciones de cacao, mostrando el proceso de producción y conectando Durán con San Antonio.
  • Tren Costa Sierra: una ruta que unía la costa (Durán) con la sierra (Alausí).
  • Nariz del Diablo: la ruta más turística, con un descenso emocionante por la montaña en zigzag, desde Alausí hasta Sibambe.
  • Tren del Hielo: que unía Ambato y Riobamba con Urbina, mostrando el paisaje formado por los volcanes Tungurahua, Altar, Chimborazo y Carihuayrazo.
  • Tren Crucero: una experiencia que abarcaba las rutas Quito-Guayaquil, Quito-Alausí y Alausí-Guayaquil.

Los costos de pasajes, especialmente de este último (tren Crucero), y del mantenimiento que requieren las vías férreas, motivaron a que el gobierno de Lenín Moreno ponga fin a su funcionamiento, argumentando que no generaba un retorno suficiente de ingresos.

Hoy, aunque apenas 25,5 kilómetros están activos, se ha logrado despertar el turismo y la economía local «por su propuesta integral». Así lo explica Giuseppe Marzano, quien también asegura que estas iniciativas son necesarias para fomentar ingresos y fuentes de empleo gracias al turismo local y extranjero.

El especialista reconoce que estos proyectos requieren de una inversión importante, y por ello señala que el aporte Estatal es fundamental. «El gobierno debe invertir en hablar bien del Ecuador en el exterior, pero también fomentar el portafolio de productos turísticos», asegura.

Con este criterio coincide el presidente de la Fenacaptur, Holbach Muñeton, quien resalta en la necesidad de establecer una hoja de ruta para el turismo y hacer políticas de Estado que garanticen el cumplimiento de esos objetivos.

La reactivación del Tren fue un objetivo del exministro de Turismo, Niels Olsen, y en el gobierno de Daniel Noboa, el MTOP prevé continuar con la recuperación de rutas, en coordinación con los Gobiernos Autónomos, especialmente debido a los costos.

Los trabajos recientes para el recorrido de la Nariz del Diablo requirieron una inversión de USD 685 000 para reemplazar rieles y durmientes, desbrozar maleza, limpiar derrumbes en la vía y construir muros de contención.

Con información de: Ecuavisa

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