Ecuador

El crimen vacía locales y fuerza a familias a huir del norte de Guayaquil

Los letreros de se vende y se alquila, abundan en las calles de Guayacanes, en el norte de Guayaquil. En la calle José Luis Tamayo, conocida por su actividad comercial, solo cuatro de los veinte locales siguen funcionando. El resto ha cerrado por miedo.

“La delincuencia, origina el cerramiento, de muchos locales”, dice Edgar Vera, habitante del sector. “Aquí no hay seguridad”.

Este panorama no es exclusivo de Guayacanes, ya que en otras zonas del norte como Sauces y Alborada, la situación es similar, y en este último, según moradores del sector, cerca del 40 % de los negocios han cerrado por amenazas, extorsiones o ataques.

“La inseguridad y las vacunas, pues, a eso se debe”, afirma Andrés Andrade, morador de Alborada. “El gobierno tiene que ponerse pilas”.

En Samanes, los atentados también han dejado su huella, ya que en mayo se reportaron explosiones en casas de la etapa 2, donde incluso se dejaron panfletos extorsivos.

El miedo no solo ha vaciado negocios, también ha obligado a muchas familias a irse. “Han cerrado sus locales para migrar a otros lados como, centros o plazas comerciales”, explica Gabriel Pérez, agente inmobiliario.

Según él, la percepción de inseguridad ha provocado una caída del valor de las propiedades. “Muchas veces luchamos, hay inversionistas que si quieren comprar una casa, pero reducen el valor, por ejemplo, una casa que valía 70 mil, ahora quieren pagarla en 50”, asegura.

Ante este panorama, vecinos y comerciantes solo tienen una petición, la cual es que vuelva la seguridad. Quieren trabajar, vivir tranquilos y no tener que abandonar lo que con esfuerzo construyeron.

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