El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció este sábado 10 millones de dólares de financiamiento no reembolsable para fortalecer la resiliencia de América Latina y el Caribe a los desastres naturales mediante su nuevo programa ‘Preparados y resilientes en las Américas’.
Ese plan regional fue lanzado en el marco de las reuniones anuales del BID y de su brazo financiero,BID Invest, que se inauguraron el miércoles en Santiago de Chile con una ronda de seminarios y que desde el viernes y hasta el domingo congregan a las asambleas de gobernadores de ambos organismos.
“Fortalecer la resiliencia ante los desastres naturales ya no es opcional; es una necesidad”, dijo en un comunicado el presidente del BID, Ilan Goldfajn.
Son 37 países y más de 15 organizaciones los que han suscrito ya su declaración de compromiso con el programa, detalló a la prensa la vicepresidenta de Sectores y Conocimiento del BID, Ana María Ibáñez, según la cual “el enfoque regional es importante porque actuar unidos permite apalancar economías de escala y reducir los costos de abordar los desastres naturales desde la prevención”.
El plan se extenderá hasta 2030 y se apoya en tres pilares: mejora de la información sobre riesgo y fortalecimiento de las capacidades regionales; creación de un mecanismo de coordinación entre naciones de la zona y desarrollo de mecanismos financieros innovadores.
América Latina y el Caribe, según recuerda Ibáñez, es “la segunda región más vulnerable a los desastres naturales del mundo”. En 2024 registró 74 eventos de gran magnitud que afectaron a siete millones de personas y generaron pérdidas por más de 10.000 millones.
“Eso tiene un impacto además desproporcionado sobre la población pobre y vulnerable, lo que nos puede generar unos ciclos y unas trampas de pobreza importantes. Si miramos a la población pobre de América Latina y el Caribe, que son alrededor de 200 millones de personas, cerca del 50 % están ubicadas en zonas con alta probabilidad de desastres”, dijo la economista colombiana.
El año en que ocurre un desastre, el crecimiento del PIB puede caer entre 2 y 4 puntos porcentuales y el BID ve crucial apostar por la resiliencia en vista de que el 85 % de las pérdidas causadas por desastres entre 1986 y 2015 no estaban aseguradas.
Fuente: El Universo