El año 2024 está en camino de convertirse en el más cálido registrado en la historia, con temperaturas promedio globales que han alcanzado un aumento de hasta 1,5 °C respecto a los niveles preindustriales.
Este incremento, que había sido identificado como un límite clave en el Acuerdo de París de 2015 para prevenir los efectos más devastadores del cambio climático, resalta la urgencia de implementar medidas globales para mitigar el fenómeno.
Las cifras alarmantes del calentamiento global en 2024
Según Samantha Burgess, subdirectora del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, es prácticamente seguro que este año romperá todos los récords previos de calor, con picos de hasta 1,55 °C en comparación con la era preindustrial.
El mes de octubre de 2024 se destacó como el segundo mes más cálido de la historia, registrando una temperatura media de 15,25 °C, un aumento de 1,65 °C frente a los promedios de 1850-1900.
Además, el planeta ya ha experimentado 15 meses en los últimos 16 con temperaturas superiores al umbral de 1,5 °C. Si bien este límite se consideraba un promedio a largo plazo, los datos actuales muestran una tendencia preocupante hacia la permanencia de estas condiciones extremas.
Impactos y retos para la acción climática
El impacto del cambio climático no solo se mide en cifras de temperatura. En octubre del 2024, regiones como la Península Ibérica, Francia y el norte de Italia enfrentaron lluvias extremas que superaron los promedios históricos, mientras que otras áreas, como el sur de África y partes de Estados Unidos, sufrieron sequías severas.
Este contraste resalta el aumento en la frecuencia e intensidad de fenómenos extremos. Por otro lado, la extensión del hielo marino en el Ártico y la Antártida registró anomalías significativas, con valores un 19% y 8% por debajo de la media histórica, respectivamente.
Estos cambios no solo afectan los ecosistemas polares, sino que también alteran los patrones climáticos globales, con consecuencias impredecibles.
El contexto político añade una capa de incertidumbre, especialmente con el regreso de Donald Trump al poder en Estados Unidos, un líder que ha calificado el cambio climático como un «engaño». Este escenario podría frenar los avances en la COP29 y comprometer los acuerdos internacionales esenciales para enfrentar la crisis climática.