El presidente Donald Trump ordenó, el jueves 7 de agosto, un nuevo censo que excluya a los migrantes que se encuentren en Estados Unidos «ilegalmente», un año antes de las elecciones de medio mandato.
Estados Unidos realiza un censo de población cada 10 años; el próximo está previsto para 2030. Esta herramienta se utiliza para diversos fines. Permite redibujar los mapas electorales y, por lo tanto, influye en el número de votos que cada estado aporta al colegio electoral (el organismo que elige formalmente al presidente), en los escaños del Congreso y en las políticas y asignación de fondos federales.
«He instruido a nuestro Departamento de Comercio que comience de inmediato el trabajo en un nuevo y altamente preciso censo basado en hechos y cifras actuales y, lo que es importante, utilizando los resultados y la información obtenida de las elecciones presidenciales de 2024», anunció este jueves en su plataforma Truth Social.
«Las personas que se encuentren en nuestro país ilegalmente NO SERÁN CONTADAS EN EL CENSO», añadió utilizando mayúsculas.
El censo podría modificar la composición del Congreso
Durante su primer mandato, de 2017 a 2021, Trump intentó incluir una pregunta sobre la ciudadanía en el censo de 2020, pero la Corte Suprema se lo impidió. Ahora vuelve a intervenir, consciente de que un cambio en el recuento oficial podría transformar el Congreso, el colegio electoral y las políticas públicas.
En medio de una desaceleración demográfica, la población inmigrante aumentó en 1,6 millones de personas entre 2022 y 2023, muchos de ellos latinoamericanos, según el Instituto de Políticas Migratorias (MPI), con sede en Washington.
En 2023 residían en Estados Unidos 47,8 millones de migrantes, según datos de la oficina del Censo.
De ellos, «casi tres cuartas partes estaban en el país legalmente como ciudadanos naturalizados, residentes permanentes legales», es decir, con la famosa tarjeta verde, o con «visados temporales», precisa el MPI.
Según el Pew Research Center, si se hubiera eliminado a los migrantes en situación irregular del censo, varios estados se habrían visto privados de un escaño en el Congreso en 2020, como California.
El anuncio de Trump tiene lugar en un momento en el que los republicanos intentan modificar el mapa electoral en Texas (sur) para obtener hasta cinco escaños más en las elecciones de medio término en 2026.
Con el objetivo de impedir la votación, decenas de congresistas demócratas huyeron del estado. Los republicanos de Texas han amenazado con arrestarlos.