Un equipo médico emitió una advertencia después de que un hombre se perforara la garganta cuando intentó detener un estornudo. Análisis revelaron que sufrió un desgarro de 2 mm en la tráquea.
El paciente, de unos 30 años, fue trasladado al hospital Ninewells, en Dundee, Inglaterra, con fuertes dolores, después de haberse apretado la nariz y cerrado la boca para reprimir el estornudo.
Los médicos de la Universidad de Dundee dijeron que si se cierra la boca y la nariz durante un estornudo, la presión en las vías respiratorias superiores puede aumentar unas 20 veces.
Esto también puede provocar lesiones, como rotura de tímpanos, aneurismas e incluso rotura de costillas.
El caso apareció documentado en la revista médica BMJ Case Reports. Cuando los médicos examinaron al paciente, escucharon un crujido al tocarle el cuello y descubrieron que no tenía control de movimiento.
El hombre anónimo, que iba conduciendo en el momento del estornudo, tenía antecedentes de alergias e irritación de garganta.
El paciente no requirió tratamiento quirúrgico y se le mantuvo en el hospital en observación.
Recibió el alta y le suministraron medicamentos analgésicos y antihistamínicos. Los médicos también le aconsejaron que evitara la actividad física intensa durante dos semanas.
Cinco semanas después, una exploración mostró que el desgarro había sanado.
El doctor Rasads Misirovs, autor principal del informe, le dijo a la BBC que la gente debe permitir la salida de los estornudos, ya que son el mecanismo defensivo natural del cuerpo para expulsar los irritantes de las fosas nasales.
Dijo: «Debemos cubrir suavemente la cara con la mano o con la parte interna del codo para evitar que irritantes como virus, junto con la saliva y la mucosidad, lleguen a quienes nos rodean».
Añadió que existen algunos métodos que las personas pueden utilizar para sofocar los estornudos sin cerrar la nariz y la boca juntas.