Las autoridades de Colombia detuvieron a nueve personas que hacían parte de una red de transportadores que traficaba con migrantes desde las fronteras con Ecuador y Venezuela. Los detenidos llevaban a los migrantes hasta el municipio de Necoclí, la puerta de entrada a la peligrosa ruta del Tapón del Darién, informó este 16 de diciembre la Policía.
Estas personas fueron capturadas en los departamentos de Nariño, Cauca, Huila, Santander, La Guajira y Atlántico y, al parecer, habían transportado al menos 294 migrantes, de los cuales 54 lograron llegar a Estados Unidos, detalló la Policía en un comunicado.
«Además les fueron materializadas las medidas cautelares de embargo y suspensión del poder dispositivo a 18 bienes muebles e inmuebles pertenecientes a esta organización», agregó la información.
Esta red, según la investigación de las autoridades, traficaba migrantes cubanos, haitianos, venezolanos, chinos, somalíes, indios, afganos y pakistaníes, entre otros, que cuando llegaban a Colombia eran llevados por carretera desde las fronteras con Ecuador, Venezuela y Brasil hasta Necoclí.
Allí eran recibidos por otros miembros de la organización que «realizaban su desplazamiento final por la selva del Tapón del Darién hasta Panamá, posteriormente hasta los Estados Unidos».
«Durante la investigación fue posible evidenciar que varios migrantes, en especial de nacionalidad afgana, paquistaní y haitiana, presentaban como documento de identidad cédulas de ciudadanía chilenas con el fin de evadir los controles migratorios en territorio colombiano y facilitar su ingreso a los Estados Unidos, pues con este documento no requerirían visa para pasar a territorio norteamericano, dejando al descubierto el alcance transnacional de esta organización criminal», añadió la Policía.
Justamente el jefe de la organización, Carlos Alberto García Coy, fue detenido en Ipiales, que tiene el principal paso fronterizo de Colombia con Ecuador, cuando cargaba un bus con 19 venezolanos.
A todos los detenidos les ordenaron «medida de aseguramiento privativa de la libertad, seis de ellos entre los que se encuentra el cabecilla en centro carcelario y los tres conductores en su domicilio».
El Tapón del Darién, que separa a América del Sur de Centroamérica, se ha convertido en una de las rutas más transitadas del continente y a la vez más peligrosas. Por ahí han cruzado más de 500.000 migrantes este año.
En ella los migrantes y refugiados, además de tener que cruzar una selva sin carreteras y llena de riesgos naturales, están expuestos a la violencia por la presencia de redes de tráfico de personas que practican extorsión y secuestro.
Venezolanos, haitianos y ecuatorianos son las nacionalidades más habituales entre los que cruzan esta ruta, aunque también hay personas procedentes de otros países de América e incluso de regiones más lejanas como el África subsahariana, Asia u Oriente Medio.