CREO, al igual que otras organizaciones políticas, se desplomó con los años

“Nos prepararemos (…) para volver el año 2025”, con esa frase, Esteban Bernal, actual presidente del movimiento CREO, anunció que la organización política no participará en las elecciones de 2023.

El anuncio lo hizo rodeado de los cuadros que salieron de la Asamblea Nacional cesada, así como de funcionarios que hoy ocupan puestos jerárquicos en el Gobierno y militantes.

Según explicó Bernal, la decisión se tomó por “la democracia” y con una actitud de “civismo”, siguiendo la misma línea bajo la cual se pronunció el presidente Guillermo Lasso el 2 de junio, quien fundó el movimiento en 2010.

En ese discurso, el Primer Mandatario explicó que el país vive un momento álgido para la política y que, a su criterio, es momento de priorizar el bienestar de Ecuador sobre los intereses personales.

Estas elecciones son las primeras en las que no participará ese movimiento político desde 2013, cuando Lasso buscó por primera vez la Presidencia.

Para el exasambleísta Fabricio Villamar esa decisión deja un vacío para parte del electorado que se siente representado con la derecha o centro-derecha.

Bajo su análisis, es necesaria una reestructuración del movimiento, creación de nuevos cuadros y un posicionamiento de los resultados que ha logrado el Gobierno en este tiempo.

Villamar fue uno de los cuadros más representativos del lassismo desde su creación, luego fue destituido en la Asamblea y marcó distancia con el movimiento, aunque cuenta que actualmente sí mantiene comunicación con el Presidente.

Justamente la pérdida de rostros representativos ha sido recurrente en CREO, por ejemplo, Mae Montaño o Francisco Jiménez. Para ello, Villamar ve como alternativa trabajar en una formación partidista.

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