Tras el anuncio del Gobierno sobre la suspensión temporal del cobro de las planillas de luz de septiembre, usuarios de CNEL en Machala expresaron desconcierto. Muchos afirman no haber sido informados y siguen pagando por temor a problemas futuros, aunque consideran que la medida es un alivio y justa por los recientes cortes.
En la unidad de Atención al Cliente de CNEL El Oro, un usuario que prefirió no identificarse señaló que tuvo que solicitar una copia de su planilla de septiembre, ya que no le había llegado. «Aquí está facturado, no nos han dicho nada. No hemos sabido», comentó.
Además, mencionó que no ha percibido ningún cambio en los valores a pagar y que prefiere evitar inconvenientes. «Siempre dicen que pague nomás, después tendré que venir a reclamar», agregó.
Otra ciudadana, que también prefirió no dar su nombre, consideró positiva la decisión de suspender el cobro, dada la falta constante de energía eléctrica. «Es muy bien que no cobren, al menos un mes, por la situación de que no hay luz. Si no hay luz, no deben cobrar», comentó. Sin embargo, destacó la difícil situación económica que enfrentan muchas familias.
Myriam Arias Noblecillas, otra usuaria de CNEL, cuestionó el manejo dentro de las instituciones. «Creo que el robo no solo está en la calle, sino dentro de una institución», afirmó.
Añadió que personas de la tercera edad y los más pobres se ven afectados por facturas elevadas. “No me informaron nada sobre la suspensión”, concluyó.
En la misma línea, Dolores Zambrano, otra usuaria, mencionó que no fue informada en CNEL, aunque se enteró de la medida por las noticias. «Aquí no me dijeron nada», aseguró.
La preocupación de los usuarios continúa, especialmente para aquellos que han visto un aumento significativo en sus planillas, como María Elisa Porras, quien habitualmente paga alrededor de 30 dólares y en esta ocasión la cifra superaba los 200 dólares. «Estoy muy preocupada, tengo familia y esto es muy triste y lamentable», declaró.
El Gobierno Nacional ha iniciado una auditoría para revisar las posibles anomalías en los valores de facturación, mientras que las empresas distribuidoras deberán atender los reclamos de los usuarios afectados.