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Kristel Candelario, una mujer ecuatoriana que reside en Ohio, Estados Unidos, fue condenada a cadena perpetua por un juez de ese estado por la muerte de su hija de un año y cuatro meses. La mujer abandonó a la niña durante 10 días para irse de vacaciones, sin proveerle cuidado alguno.
El juez Brendan J. Sheehan incluso negó a Candelario la posibilidad de acceder a libertad condicional. En su sentencia, el magistrado describió la muerte de la pequeña como «la más espantosa imaginable» y condenó la actitud de la madre por dejarla «aterrorizada, sola y desprotegida».
Candelario, quien en febrero ya había aceptado su culpa por la muerte de la menor, también declaró durante la audiencia. Afirmó que no buscaba justificar sus acciones, pero que nadie sabía lo que ella estaba sufriendo.
«Todos los días pido perdón a Dios y a mi hija, Jailyn. Soy una persona que cree en Dios y hoy reconozco que todos estamos tentados por el enemigo. Dios y mi hija me han perdonado», señaló la mujer.
La pequeña Jailyn fue abandonada por su madre entre el 8 y el 16 de junio de 2023. Durante ese tiempo, Candelario viajó a Puerto Rico y Detroit (Michigan). Al regresar de sus vacaciones, le dijo a la policía que había dejado sola a la niña mientras se había ido de viaje. Las autoridades encontraron a la menor envuelta en mantas sucias con heces y orina.
Este caso ha conmocionado a la comunidad ecuatoriana en Estados Unidos. La muerte de la pequeña Jailyn es un recordatorio de la importancia de la responsabilidad parental y del cuidado que requieren los niños.
